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El tiempo de juego ¡NO ha terminado! 7 razones por las que los adolescentes necesitan jugar

Introducción

Es bien sabido que el juego desempeña un papel fundamental en el desarrollo infantil temprano. Durante los primeros años de nuestra vida, los juegos y las situaciones de fantasía son herramientas educativas de incalculable valor, que pueden enseñarnos diversas habilidades e inculcarnos lecciones para la vida. Pero ¿sabía también que el juego es tan importante para los adolescentes como para los niños pequeños? Tanto los niños como los adolescentes experimentan importantes transformaciones cerebrales a medida que crecen. Por ello, el juego es crucial para ambos grupos a la hora de promover el desarrollo cerebral. En esta entrada del blog, veremos qué es el juego y subrayaremos sus beneficios para los adolescentes.

¿Qué es el juego?

Para empezar, veamos rápidamente qué es el juego y cómo pueden participar en él los adolescentes. Una definición de diccionario sugiere “una actividad para divertirse y recrearse más que con un propósito serio o práctico”. Para los adolescentes, este juego puede adoptar la forma de:

  • Deporte
  • El baile
  • Teatro
  • Artes y oficios
  • Música
  • Geocaching
  • Juegos de mesa y cartas
  • Legos
  • Juegos de construcción y modelismo
  • Pasar tiempo con los amigos

Razones por las que el juego es importante para los adolescentes

Favorece el bienestar mental

En primer lugar, el juego ha demostrado ser muy eficaz para fomentar el bienestar entre los adolescentes. Una forma de hacerlo es actuando como aliviador del estrés a corto y largo plazo. El juego es divertido, por lo que provoca la liberación de las hormonas del bienestar serotonina y dopamina. Combinadas, estas hormonas ayudan a los movimientos digestivos y a los patrones de sueño, y también tienen un efecto estimulante del estado de ánimo. Las investigaciones también han demostrado que el juego protege a los niños y adolescentes de los daños causados por largos periodos de situaciones estresantes. En general, el juego es muy eficaz para aliviar el estrés.

Refuerza el desarrollo emocional

Además, el juego refuerza el desarrollo emocional de los adolescentes, ya que les proporciona un espacio para explorar sus sentimientos y expresarse. Los escenarios imaginativos pueden ayudar a los adolescentes a darse sentido a sí mismos, cultivar sus intereses y descubrir más sobre el mundo que les rodea. El juego proporciona un espacio seguro para probar cosas nuevas, asumir riesgos y aprender de los errores, todo ello en un entorno de bajo riesgo y con menos consecuencias. Además, el juego brinda a los adolescentes la oportunidad de aprender a regular emociones difíciles, como la anticipación, la decepción y la frustración. Aparte de las habilidades prácticas, el juego puede enseñar a los adolescentes resiliencia, al ponerles en situaciones en las que deben superar contratiempos y complicaciones.

Fomenta la autoestima

Otra ventaja del juego es que puede aumentar la autoestima y la confianza de los adolescentes. Aprender una nueva habilidad, relacionarse con los demás u otras pequeñas victorias crean una sensación de logro. A menudo, tendrán que fijarse metas, en las que se enfrentarán a varios retos y dificultades que deberán superar. Después de trabajar duro, la recompensa es aún más dulce. Al final de una competición, un partido o un proyecto completado con éxito, la sensación de satisfacción contribuye a aumentar la confianza en uno mismo. Del mismo modo, unirse a un equipo, club u otro tipo de comunidad puede proporcionar un sentimiento de pertenencia, es útil para los adolescentes que buscan conectar con los demás y también es una excelente oportunidad para conocer gente nueva.

Ayuda al desarrollo social

Las actividades en equipo fomentan habilidades esenciales como la comunicación, la empatía y la cooperación. Todas ellas son fundamentales para triunfar en el mundo de los adultos. Los deportes de equipo, las orquestas, los grupos de música, las compañías de teatro, las organizaciones de voluntariado, los grupos comunitarios, etc. son excelentes formas de que los adolescentes se relacionen con personas de ideas afines, se diviertan y hagan nuevos amigos. Construir y mantener amistades a través del juego puede ayudar a los adolescentes a sentirse apreciados por los demás. El juego también permite a los adolescentes practicar la resolución de conflictos. En la práctica, actividades como la negociación de las reglas de un juego o la búsqueda de compromisos durante el juego en grupo, permiten a los adolescentes aprender a comunicarse de forma asertiva, a resolver problemas y a trabajar para encontrar compromisos.

Refuerza el desarrollo intelectual

Cuando los adolescentes juegan, desarrollan sus capacidades de funcionamiento ejecutivo, al tener que resolver problemas y pensar de forma creativa. Por ejemplo, cuando participan en actividades teatrales, desarrollan sus habilidades lingüísticas, mejoran su vocabulario y practican la escritura. Igualmente, cuando los adolescentes construyen una maqueta desde cero, practican sus habilidades de medición, cálculo y construcción. Del mismo modo, el juego puede encender el deseo de seguir conociendo y desarrollándose, inspirando a los adolescentes a seguir explorando y aprendiendo.

Beneficia el desarrollo físico

La salud física y mental son elementos fundamentales de nuestro bienestar. Por lo tanto, debemos establecer rutinas saludables en torno al deporte para sentar las bases de un éxito continuo. Crear un hábito es más fácil cuando se es más joven, por lo que crear una buena relación con el deporte y ayudar a su hijo adolescente a encontrar un deporte que le guste es algo que le agradecerá dentro de unos años. Jugar no sólo puede desarrollar la salud cardiovascular y la coordinación, sino que las aficiones que implican manipular objetos pequeños pueden mejorar la destreza manual, la precisión y la motricidad fina.

Desarrolla intereses extraescolares

El juego puede ser beneficioso para ayudar a los adolescentes a desarrollar intereses y aficiones fuera del aula, permitiéndoles convertirse en individuos más completos. Estas actividades brindan a los adolescentes la oportunidad de descubrir lo que les interesa y conocer sus puntos fuertes y sus pasiones. Estos conocimientos son valiosos para orientarles hacia lo que desean hacer en su tiempo libre.

Conclusión

En conclusión, ¡el tiempo de juego no ha terminado para los adolescentes! Jugar es crucial para su desarrollo y bienestar general: físico, emocional y social. Jueguen como jueguen, los adolescentes tienen mucho que ganar en términos de habilidades y múltiples formas de inteligencia. Tomarse un descanso de las actividades frente a la pantalla es muy beneficioso para los adolescentes y les permite convertirse en personas más completas. Así que animemos a nuestros hijos adolescentes a jugar.

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