Es común que algunos niños/as muestren distracción en el aula o no parezcan interesados/as por las actividades escolares. Si te preocupa que tu hijo/a no preste atención en clase, hay varias soluciones prácticas que puedes aplicar en casa para ayudarle a mejorar su concentración y enfoque. A continuación, te ofrecemos pasos sencillos que puedes seguir para fomentar una actitud positiva hacia el aprendizaje.
1. Detecta la causa de la falta de atención
Antes de tomar medidas, es fundamental que determines por qué tu hijo/a no está prestando atención en clase. Algunas causas comunes incluyen:
- Problemas emocionales: estrés, ansiedad o preocupaciones personales.
- Dificultades académicas: puede estar teniendo problemas con una asignatura específica o no entender bien el contenido.
- Distracciones externas: puede haber factores en el aula (como compañeros/as que distraen) o problemas en el hogar que afectan su concentración.
2. Habla con el tutor/a de tu hijo/a
Una vez que tengas una idea más clara de la causa, contacta con el tutor/a para obtener su perspectiva sobre la situación en el aula. Pregunta sobre:
- Comportamiento y participación en clase: hazle preguntas como: “¿Mi hijo/a se distrae mucho?” “¿Participa en las actividades?”.
- Áreas de mejora: “¿Hay asignaturas o momentos específicos del día en los que se concentra menos?”
¿Por qué hacerlo?
El tutor/a tiene una visión detallada del comportamiento en clase y puede ofrecerte sugerencias personalizadas para apoyar a tu hijo/a.
3. Haz preguntas específicas sobre su día escolar
Después de la escuela, en lugar de preguntar “¿Cómo te fue hoy?”, haz preguntas más detalladas que le ayuden a recordar lo aprendido y a pensar en lo que hizo en clase. Por ejemplo:
- Pregunta: “¿Qué aprendiste hoy en matemáticas?”
- Pregunta: “¿Qué fue lo que más te gustó de lo que hiciste hoy?”
¿Por qué hacerlo?
Este tipo de preguntas refuerzan lo que ha aprendido y le ayudan a poner en práctica su concentración al recordar y explicar lo que hizo. Además, según su respuesta, podrás saber si realmente estuvo atento y concentrado en clase.
4. Ayúdale a eliminar distracciones en la escuela
Aunque no puedes controlar lo que sucede en el aula, puedes enseñarle estrategias para minimizar distracciones y mantenerse enfocado/a.
Antes de ir a clase:
- Asegúrate de que tenga todo su material escolar listo para evitar interrupciones innecesarias.
- Conversa con él/ella sobre la importancia de sentarse en un lugar estratégico (por ejemplo, lejos de ventanas o compañeros/as que puedan distraerle).
Durante la clase:
- Anímale a establecer contacto visual con el profesor/a, esto ayuda a mantener la atención en la explicación.
- Si es posible, habla con el profesor/a para encontrar maneras de ubicarlo en un espacio con menos estímulos.
Lo que puedes hacer en casa:
- Ayúdale a desarrollar hábitos de concentración creando un espacio libre de distracciones para estudiar.
- Refuerza la importancia de hacer pequeñas pausas entre tareas para evitar el agotamiento mental. La “técnica Pomodoro” puede ser una gran ayuda para esto.
¿Qué puedes hacer en casa?
Practica en casa que tu hijo/a se siente en un lugar tranquilo y libre de distracciones mientras estudia, para que aprenda a crear este hábito en clase.
5. Fomenta el uso de estrategias de concentración
Enséñale algunas estrategias para mejorar su concentración durante la clase:
- Tomar notas: anotar lo más importante para no perder el hilo de la lección.
- Respirar profundamente: si se distrae, puede hacer una pausa de 10 segundos para respirar profundamente y centrarse de nuevo.
- Organizar las tareas: por ejemplo, si tiene que hacer una redacción, puede dividirla en tres partes: primero, escribe el primer párrafo enfocándose solo en la introducción; luego, escribe el cuerpo del texto explicando las ideas principales; y finalmente, escribe la conclusión y revisa todo lo que has escrito. De esta manera, la tarea parece más fácil y alcanzable, lo que mejorará su concentración.
- Practicad ejercicios de atención: un ****ejercicio útil es el “juego de los detalles”: pídele que observe una imagen o un objeto durante 30 segundos y luego cierre los ojos para describirlo con la mayor cantidad de detalles posible. Esto ayuda a mejorar la concentración y la memoria.
6. Hazle ver el valor de lo que aprende
Explícale cómo lo que está aprendiendo en clase le será útil en la vida. Por ejemplo:
- Pregunta: “¿Sabías que aprender matemáticas te ayuda a organizar mejor tu dinero?”
- Comenta: “Aprender ciencias te ayuda a entender cómo funciona el mundo a tu alrededor.”
¿Por qué?
Si entiende por qué es importante lo que está aprendiendo, aumentará su motivación y se concentrará más en clase.
7. Establece una rutina y un horario escolar
Los niños/as responden mejor a una rutina. Asegúrate de que tu hijo/a tenga:
- Un horario fijo para estudiar: establece un momento específico para hacer la tarea todos los días.
- Una rutina de descanso adecuada: asegúrate de que duerma lo suficiente y tenga tiempo para descansar.
¿Qué hacer?
Ayúdalo/a a organizar sus días y cumplir con horarios que lo/a preparen para concentrarse mejor en clase.
8. Escucha sus preocupaciones y emociones
A veces, la falta de concentración viene de algo emocional. Si tu hijo/a está pasando por un momento difícil o tiene problemas con alguna asignatura, es importante que lo escuches:
- Escucha sin juzgar: pregúntale cómo se siente sobre la escuela o si algo le preocupa de la clase.
- Ofrece apoyo emocional: Si es necesario, busca la ayuda de un profesional para abordar posibles problemas emocionales.
9. Refuerza los logros positivos
Cuando veas que tu hijo/a muestra interés o se concentra más en la escuela, refuerza ese comportamiento con elogios:
- Elogios específicos: “¡Me encanta ver cómo te concentraste tanto en clase hoy!” o “¡Qué bien que hayas terminado esa tarea tan rápido y sin distracciones!”
¿Por qué hacerlo?: Los elogios refuerzan su autoestima y le motivan a seguir concentrándose en clase.
Conclusión
La clave para mejorar la atención en clase de tu hijo/a está en crear un entorno de apoyo, mostrar interés genuino por su educación y reforzar hábitos que favorezcan su concentración. Practica estas estrategias de manera consistente y ten paciencia, ya que los cambios en los hábitos de aprendizaje requieren tiempo. Además, incorporar herramientas educativas innovadoras, como juegos de concentración o kits interactivos, puede hacer una gran diferencia en el proceso de aprendizaje.