Es común que algunos niños/as muestren distracción en el aula o no parezcan interesados/as por las actividades escolares. Si te preocupa que tu hijo/a no preste atención en clase, hay varias soluciones prácticas que puedes aplicar en casa para ayudarle a mejorar su concentración y enfoque. A continuación, te ofrecemos pasos sencillos que puedes seguir para fomentar una actitud positiva hacia el aprendizaje.
1. Habla con él/ella sobre su día de manera específica
Después de la escuela, en lugar de hacer una pregunta general como “¿Cómo te fue hoy?”, trata de preguntar algo más concreto que lo/a invite a recordar y compartir lo aprendido. Por ejemplo, puedes preguntar:
- “¿Qué fue lo que más te gustó de lo que hiciste hoy?”
- “¿Qué aprendiste en matemáticas hoy?”
Este tipo de preguntas no solo refuerzan el aprendizaje, sino que muestran que te interesa su educación. Además, al tener que recordar y explicar lo que hizo en clase, tu hijo/a se verá motivado/a a prestar más atención en el futuro.
2. Elimina las distracciones durante el estudio
Cuando tu hijo/a esté haciendo la tarea o estudiando en casa, asegúrate de que el espacio sea libre de distracciones. El teléfono móvil, la televisión o los videojuegos pueden dificultar la concentración. Puedes establecer reglas claras sobre el uso de dispositivos mientras realiza sus actividades escolares. Sin embargo, sabemos que a veces es necesario mantener un canal de comunicación abierto con tu hijo/a, especialmente cuando está fuera de casa. En estos casos, los relojes inteligentes con GPS y llamadas pueden ser una excelente alternativa al teléfono móvil, permitiéndote estar en contacto con tu hijo/a sin que el dispositivo se convierta en una distracción durante el día escolar.
3. Usa juegos que fomenten la concentración
Practicar juegos que requieran atención y pensamiento estratégico en casa puede ayudar a tu hijo/a a desarrollar su capacidad de concentración. Juegos como rompecabezas, acertijos o juegos de mesa que impliquen tomar decisiones pueden ser muy beneficiosos. Además, existen herramientas educativas interactivas que ayudan a los niños/as a mejorar su concentración de manera divertida y efectiva.
4. Refuerza su interés por aprender
Habla de los beneficios del aprendizaje en un tono positivo. Puedes mencionar cómo aprender cosas nuevas puede ser emocionante y útil para su vida diaria. No se trata de presionar, sino de hacerle ver que lo que está aprendiendo tiene valor. Mostrar entusiasmo por lo que él/ella está aprendiendo también puede contagiarle ese interés.
5. Fomenta una rutina constante y organizada
Los niños/as suelen responder mejor a una rutina diaria. Establecer horarios específicos para el estudio y las actividades escolares ayuda a que tu hijo/a se sienta más organizado/a y enfocado/a. Además, una rutina de descanso adecuada es fundamental para que se recargue de energía y no se sienta abrumado/a o cansado/a en clase.
6. Escucha y valida sus emociones
En ocasiones, la falta de atención en clase puede estar relacionada con problemas emocionales o de autoestima. Si notas que tu hijo/a se siente inseguro/a o tiene dificultades con alguna materia, es importante que lo/a escuches sin juzgar. Habla con él/ella sobre lo que siente y, si es necesario, busca el apoyo de un/a profesional para abordar cualquier dificultad emocional que pueda estar interfiriendo en su aprendizaje. Muchas veces, entender sus preocupaciones puede ayudar a que se concentre mejor en clase.
7. Refuerza el comportamiento positivo
Cuando tu hijo/a logre concentrarse o mostrar interés en sus estudios, asegúrate de reforzar su comportamiento de manera positiva. Elogiar sus esfuerzos y logros, incluso los pequeños avances, lo/a motiva a continuar. Reconocer sus éxitos fortalece su autoestima y le hace sentir que el esfuerzo vale la pena.
Conclusión
La clave para mejorar la atención en clase de tu hijo/a está en crear un entorno de apoyo, mostrar interés genuino por su educación y reforzar hábitos que favorezcan su concentración. Practica estas estrategias de manera consistente y ten paciencia, ya que los cambios en los hábitos de aprendizaje requieren tiempo. Además, incorporar herramientas educativas innovadoras, como juegos de concentración o kits interactivos, puede hacer una gran diferencia en el proceso de aprendizaje.