Es común que los padres/madres se frustren cuando su hijo/a no sigue las instrucciones, especialmente cuando está concentrado/a en otras actividades, como jugar o ver televisión. Sin embargo, existen pasos sencillos que puedes seguir para mejorar la comunicación y asegurarte de que tu hijo/a te escuche. Aquí te compartimos algunos consejos prácticos.
1. Acércate a su altura y establece contacto visual
Los niños/as pueden distraerse fácilmente, especialmente cuando están enfocados/as en algo. Para captar su atención, es importante acercarte a su nivel y establecer contacto visual. Al hacerlo, no solo te aseguras de que te vea y te escuche, sino que también demuestras respeto por su espacio. Evita gritar desde lejos, ya que esto puede generar más desconexión y frustración en ambos.
Paso a seguir:
- Agáchate o ponte de pie a su altura.
- Mira directamente a sus ojos antes de hablar.
2. Usa frases claras y concisas
La forma en que das las instrucciones es clave. A los niños/as les cuesta procesar órdenes largas o complicadas. Es recomendable usar frases claras, cortas y directas. Evita dar múltiples instrucciones a la vez, ya que esto puede generar confusión. Por ejemplo, en lugar de decir “Recoge tus juguetes, guarda los libros y pon la mesa”, intenta dividirlo en pasos sencillos.
Ejemplo práctico:
- “Por favor, guarda tus juguetes ahora”.
- “Es momento de ordenar la mesa, ¿puedes ayudarme?”
Paso a seguir:
- Formula las instrucciones de manera breve y precisa.
- Dale tiempo para realizar cada tarea antes de pedir otra.
3. Reforzar el comportamiento positivo
Cuando tu hijo/a siga tus instrucciones, es fundamental reconocerlo/a y reforzarlo/a de manera positiva. Los refuerzos verbales, como un simple “Gracias por escuchar y guardar tus juguetes”, motivan a los niños/as a seguir comportamientos deseados en el futuro. El refuerzo positivo crea un ambiente donde se valora el esfuerzo y mejora la relación entre padres/madres e hijos/as.
Paso a seguir:
- Asegúrate de felicitar y agradecer cuando cumpla con la tarea.
- Refuerza positivamente cualquier esfuerzo, no solo el resultado final.
4. Evita la multitarea cuando hables con él/ella
Cuando tu hijo/a te está prestando atención, es crucial que tú también lo/a hagas. Si hablas con él/ella mientras realizas otras actividades, como ver el teléfono o estar ocupado/a con la computadora, tu hijo/a puede no sentirse verdaderamente escuchado/a. Este hábito puede llevar a que ignore tus instrucciones en el futuro. Asegúrate de estar completamente disponible cuando hables con él/ella.
Paso a seguir:
- Deja a un lado cualquier distracción (móvil, TV, computadora) cuando des instrucciones.
- Ofrece tu total atención al momento de la conversación.
5. Sé consistente y paciente
La consistencia es clave. Si hoy logras que tu hijo/a te escuche pero mañana no, es probable que no entienda lo que se espera de él/ella. Mantén una rutina de comunicación clara y constante para que las instrucciones se conviertan en un hábito. La paciencia también es esencial, ya que los niños/as están aprendiendo a procesar y seguir instrucciones con el tiempo.
Paso a seguir:
- Repite las instrucciones de manera consistente.
- Ten paciencia mientras tu hijo/a aprende a seguirlas de manera independiente.
Cómo la tecnología puede ayudar a mejorar la comunicación
En un mundo donde la tecnología forma parte integral de nuestras vidas, encontrar herramientas que complementen la comunicación familiar sin comprometer la seguridad de los niños/as es fundamental. Para aquellos/as padres/madres que buscan una opción segura para mantenerse conectados/as con sus hijos/as sin exponerlos/as a los riesgos del mundo digital, el reloj inteligente con GPS y llamadas se presenta como una excelente alternativa. Este dispositivo permite a los padres/madres y educadores/as estar conectados/as con los niños/as sin recurrir a los smartphones, reduciendo el acceso a contenidos inapropiados mientras se asegura su seguridad.
Con estos relojes los padres/madres podrán monitorear la ubicación de sus hijos/as y establecer una vía de comunicación directa mediante llamadas, lo que refuerza la sensación de confianza y control, especialmente cuando los niños/as no están en casa. Es una solución moderna que complementa las estrategias de comunicación y refuerza la conexión entre padres/madres e hijos/as.
Conclusión
Lograr que tu hijo te escuche no es algo que suceda de la noche a la mañana, pero con práctica y consistencia, puedes mejorar la comunicación en casa. Recuerda ser claro, directo, paciente y siempre reforzar positivamente cuando cumpla con tus instrucciones. Estos pasos no solo mejorarán la relación familiar, sino que también ayudarán a tu hijo a desarrollar habilidades de comunicación más efectivas en el futuro.