El uso incorrecto de la ortografía en los niños y niñas está relacionado con la falta de práctica en su vida diaria, como indica Contreras (2020). Los estudios muestran que, a través de la práctica continua, los niños mejoran su habilidad ortográfica, especialmente cuando aplican las reglas de manera regular. Además, la motivación es clave para mantener el interés en aprender, por lo que es importante utilizar actividades atractivas.
Si tu hijo/a tiene dificultades con la ortografía, hay varias estrategias que puedes implementar para ayudarle a mejorar. Aquí te damos pasos prácticos que pueden marcar la diferencia.
1. Identificar las causas
Antes de empezar, analiza las razones de las faltas de ortografía. Puede deberse al desconocimiento de las reglas ortográficas, falta de concentración o incluso dificultades de aprendizaje como la dislexia.
Consejo práctico: observa qué errores comete con frecuencia. Si son muy recurrentes o complejos, considera consultar a un especialista.
2. Fomentar la lectura
Leer es una excelente forma de mejorar la ortografía. A medida que tu hijo/a lea, absorberá cómo se escriben correctamente las palabras. l empleo de estrategias lúdicas y atractivas promueve en el niño/a el gusto por la lectura, lo que, a su vez, favorece la familiarización con las palabras correctamente escritas, mejorando su ortografía (Chalá y Pérez, 2019).
Consejo práctico: establece un tiempo diario para leer, eligiendo libros de su interés y comentando las palabras que no entienda.
3. Practicar con ejercicios regulares
La práctica constante es clave. Puedes usar dictados, escribir pequeñas historias donde él/ella sea protagonista o emplear aplicaciones educativas.
Consejo práctico: utiliza aplicaciones de corrección ortográfica o juegos interactivos para hacer que la práctica sea más divertida.
4. Aprender a través de juegos
Aprender jugando refuerza el aprendizaje de forma divertida. Los juegos de mesa como el Scrabble o actividades con cartas de palabras son excelentes opciones para practicar ortografía de forma divertida.
Un recurso que os puede ser de gran utilidad es “La Oca de la Ortografía”, creado por Manu Velasco, maestro de Educación Primaria e Infantil. Este juego permite repasar las reglas de ortografía con tu hijo/a de manera lúdica y efectiva.
- Si haces clic aquí: La Oca de la Ortografía, podrás acceder al juego.
Consejo práctico: diseña un juego en el que tu hijo/a deba escribir correctamente las palabras para ganar puntos. Convertir el aprendizaje en un desafío emocionante mantendrá su motivación y entusiasmo.
5. Revisar juntos los textos elaborados
Revisar y corregir los textos junto a tu hijo/a le ayudará a identificar y corregir sus errores.
Consejo práctico: pídele que lea su trabajo en voz alta para encontrar los errores más fácilmente.
6. Mantener una actitud positiva
Es fundamental mantener la motivación alta. Reconocer los avances, por pequeños que sean, genera confianza y fomenta el esfuerzo continuo.
Consejo práctico: celebra los logros, aunque sean pequeños, y establece metas alcanzables.
Conclusión
Mejorar la ortografía de tu hijo/a requiere tiempo y paciencia. Con estos pasos, desde identificar las causas hasta practicar de forma divertida, tu hijo/a podrá mejorar su habilidad ortográfica y ganar confianza en su escritura.
Además, para mantener a tus hijos/as seguros y conectados contigo mientras refuerzas su aprendizaje, una herramienta útil podría ser el reloj inteligente con GPS y llamadas. Este dispositivo, al ser una alternativa al móvil, permite a los padres monitorear y comunicarse con sus hijos sin exponerlos a los riesgos del internet. De este modo, podrás asegurarte de que tu hijo no solo está mejorando su ortografía, sino también manteniendo un contacto seguro y saludable en su entorno digital.
Referencias bibliográficas
Chalá, B., y Perez, M. (2019). Aprendizaje de la lectura en la asignatura lengua castellana, primer ciclo de la educación básica primaria. . Universidad y Sociedad, 11(4) , 171–176.
Contreras, Á. (2020). Análisis de los errores ortográficos en la escritura de los estudiantes de herencia. Cuadernos de Lingüística Hispánica, (36) , 59-78.
