El acto de compartir es un hito importante en el desarrollo social y emocional de los niños/as, pero puede ser una de las dificultades más comunes para madres y padres. Según la psicología del desarrollo, los niños/as pequeños/as a menudo tienen dificultades para entender el concepto de “propiedad compartida” debido a la forma en que su cerebro procesa la información y la relación con los objetos. Sin embargo, con el enfoque adecuado, puedes ayudar a tu hijo/a a aprender a compartir de una manera respetuosa y efectiva.
1. Valida sus sentimientos: un enfoque de empatía
Los niños/as desarrollan un fuerte vínculo con sus cuidadores/as primarios/as, lo que les permite explorar el mundo con seguridad. En el contexto de compartir, esto significa que es importante validar los sentimientos de tu hijo/a para que se sienta emocionalmente seguro/a. Cuando un niño/a no quiere compartir, puede ser porque sienta que perderá algo importante para él/ella. Validar esa emoción desde el principio ayuda a disminuir su ansiedad y a que se sienta comprendido/a.
Recomendación: antes de intervenir, reconoce y valida los sentimientos del niño/a. Por ejemplo: “Sé que este juguete te gusta mucho, y entiendo que no quieras compartirlo ahora”. Esta estrategia reduce la frustración y facilita la apertura a soluciones alternativas.
2. Introduce opciones: potencia su autonomía
Una forma efectiva de enseñar el concepto de compartir es darle a tu hijo opciones en lugar de imponerle una decisión. Esto le da un sentido de control y reduce la resistencia. Esto le permitirá aprender a compartir a su propio ritmo, sin sentirse presionado/a.
Recomendación: ofrecerle decisiones controladas facilita el aprendizaje autónomo y puede ser tan simple como: “¿Te gustaría compartir este juguete ahora, o prefieres elegir otro para compartir más tarde?”. Este enfoque fomenta la toma de decisiones sin forzar el comportamiento.
3. Preparación previa: anticipación y control de la situación
Los niños/as tienen una capacidad limitada para controlar sus emociones e impulsos, lo que puede generar conflictos cuando tienen que compartir. Preparar al niño/a para una interacción social puede ser clave para prevenir conflictos antes de que ocurran.
Recomendación: antes de que tu hijo/a interactúe con otros/as niños/as, es útil prepararlo/a para lo que va a suceder, como sugerirle que guarde sus juguetes favoritos para jugar con ellos más tarde. Esto reduce el riesgo de que se sienta frustrado/a.
4. Modela el comportamiento: la influencia de las madres y padres
Los niños/as aprenden observando a los adultos. Si las madres y los padres practican el acto de compartir en su vida diaria, los niños/as estarán más inclinados/as a imitar ese comportamiento. Los modelos positivos proporcionan un marco para que los niños/as comprendan cómo compartir puede ser beneficioso para ellos/as y para los demás.
Recomendación: comparte cosas con tu hijo/a, y hazlo de manera natural. Por ejemplo, “Voy a compartir mi libro contigo, porque me gusta que lo leamos juntos/as”. Mostrar el valor del compartir mediante ejemplos de la vida cotidiana refuerza el aprendizaje.
5. Refuerzo positivo: el poder de la recompensa social
Cuando tu hijo/a comparte, el reconocimiento y el elogio inmediato aumentan la probabilidad de que repita esa conducta en el futuro. Esto se debe a que los niños/as asocian la acción de compartir con una consecuencia positiva.
Recomendación: cuando tu hijo/a comparte, ofrécele refuerzo positivo: “¡Qué bien lo hiciste al compartir tu juguete! Todos/as se divirtieron mucho”. Este tipo de elogio no solo refuerza el comportamiento, sino que también hace que el niño/a asocie compartir con emociones positivas.
6. Paciencia y consistencia: la clave para el desarrollo progresivo
Los niños/as pequeños/as, especialmente aquellos/as en la etapa de los 2 a 4 años, a menudo tienen dificultades para regular sus emociones y comportamientos. La consistencia y la paciencia son cruciales para que comprendan que compartir es un proceso continuo.
Recomendación: practica la consistencia en tus expectativas. Si un día tu hijo/a no está dispuesto/a a compartir, no lo castigues, pero sigue reforzando el comportamiento deseado de manera constante.
7. Evita castigos y fomenta el diálogo: la comunicación efectiva
El castigo puede generar más ansiedad y resistencia, lo que dificulta el aprendizaje de habilidades sociales como compartir. En cambio, los enfoques de resolución de problemas y comunicación efectiva fomentan la cooperación.
Recomendación: en lugar de castigar, involucra a tu hijo/a en una conversación sobre por qué compartir es importante. Puedes decir: “Cuando compartimos, todos/as podemos disfrutar del juego juntos/as. ¿Cómo te sentirías si los demás compartieran contigo?”
Conclusión
Enseñar a los niños/as a compartir puede ser una habilidad compleja que involucra tanto aspectos emocionales como sociales. Con estas estrategias efectivas podrás fomentar esta habilidad. Desde validar los sentimientos del niño/a hasta ofrecer opciones y reforzar positivamente el comportamiento, estos enfoques están diseñados para guiar a tu hijo/a hacia el aprendizaje del compartir de manera gradual y respetuosa.
Recuerda, cada niño/a es único/a, por lo que será necesario ajustar estos enfoques según su desarrollo individual. La paciencia, la consistencia y el amor son clave para ayudar a tu hijo/a a convertirse en una persona socialmente competente y cooperativa.