Beatriz Pérez, periodista de El Periódico, ha informado sobre un estudio realizado por el Institut Català de la Salut (ICS) que revela datos preocupantes sobre el uso temprano de pantallas en niños. En la investigación, llevada a cabo con 1.500 familias de El Prat de Llobregat, se determinó que el 68% de los menores tuvieron su primer contacto con dispositivos electrónicos (móviles, tabletas, televisores, etc.) antes de cumplir dos años, una etapa clave para su desarrollo cognitivo y emocional.

Este estudio, publicado en la revista científica de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), destaca que la mayoría de los menores de 12 años pasan más de dos horas al día frente a pantallas durante los fines de semana, superando los límites recomendados por expertos.

Consecuencias de un uso excesivo de pantallas

Los resultados indican que un 42,3% de los niños pasan entre dos y cuatro horas diarias con pantallas los días festivos, mientras que un 14% llega a usarlas entre cuatro y seis horas. Aunque en días lectivos el consumo es más moderado, un preocupante 36,5% utiliza estos dispositivos hasta dos horas.

Además, el 61% de los menores de 0 a 12 años comen mientras miran pantallas, un hábito que los expertos califican como perjudicial para el desarrollo familiar y emocional. “El momento de la comida debe ser un espacio para compartir, no para estar frente a la televisión”, explica Emi Ruiz, enfermera del CAP Disset de Setembre y autora del estudio.

¿Qué es el “chupete digital”?

La investigación también alerta sobre el uso de dispositivos electrónicos como “chupetes digitales”, es decir, herramientas para calmar a los niños cuando están inquietos. “Es habitual que los padres den el móvil a sus hijos mientras esperan una consulta médica o durante la administración de vacunas”, señala Ruiz, quien recalca que este tipo de conductas puede tener repercusiones en la capacidad de autocontrol de los niños a largo plazo.

Cómo establecer un uso responsable de las pantallas

El estudio subraya la importancia de diseñar un plan digital familiar. Algunas de las recomendaciones incluyen:

• Evitar el uso de móviles durante las comidas.
• Limitar el acceso a dispositivos electrónicos en las habitaciones, especialmente por las noches.
• Respetar las pautas médicas, que sugieren cero pantallas entre los 0 y los 3 años y un uso muy limitado entre los 3 y los 6 años.

Telmo Lazkano, experto en salud digital, también advierte que el cerebro de un niño de 12 años aún no está preparado para un uso responsable del móvil. Por ello, es clave que los padres sean referentes y supervisen los hábitos digitales de sus hijos e hijas.

Una alternativa práctica al móvil

Para quienes buscan una opción segura para sus hijos e hijas en este entorno tan conectado, un reloj con GPS y llamadas puede ser una alternativa práctica al móvil. Este dispositivo permite que padres y educadores se mantengan en contacto con los menores sin exponerlos a los riesgos inherentes del mundo digital, como el acceso a contenidos inapropiados o el exceso de tiempo frente a pantallas, ofreciendo una solución equilibrada entre conectividad y seguridad.

Conclusión

El uso excesivo y temprano de pantallas digitales plantea riesgos para el desarrollo infantil, como trastornos de conducta, falta de atención y dependencia digital, especialmente cuando reemplaza actividades clave como el juego o la interacción social. Establecer límites claros y hábitos responsables, como evitar pantallas en momentos clave y supervisar los contenidos, es esencial. Además, los padres deben ser modelos de conducta digital para fomentar un uso equilibrado. El objetivo es integrar la tecnología de forma saludable para proteger el bienestar de los niños y prepararlos para un mundo conectado.