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¡El secreto para hacer que tu hijo/a se lave las manos sin peleas!

El lavado de manos antes de comer es esencial para prevenir enfermedades, pero muchos niños se resisten a hacerlo. Si tu hijo/a se niega a lavarse las manos, aquí tienes estrategias efectivas para convertirlo en un hábito sin luchas diarias.

1. Explica por qué lavarse las manos es tan necesario

Enseña a tu hijo o hija que lavarse las manos es una forma de protegerse y de proteger a las personas que nos rodean de las bacterias y virus que causan enfermedades.

Explícale que, aunque no se vean, los gérmenes pueden seguir en sus manos.

Dile que lavarse las manos regularmente es tan importante como lavarse los dientes o comer alimentos saludables.

2. Muestra cómo lavarse las manos correctamente

Explica a tu hijo o hija que para eliminar cualquier rastro de las bacterias que pueden causar infecciones, no basta con frotarse y aclararse rápidamente las manos. Estos son los pasos necesarios para lavarse las manos de manera eficaz:

  • Paso 1: Mojarse las manos con agua corriente.
  • Paso 2: Aplicar una cantidad suficiente de jabón para cubrir las manos mojadas.
  • Paso 3: Frotar por toda la superficie de las manos (el dorso, el espacio entre los dedos y debajo de las uñas) durante, al menos, 20 segundos.
  • Paso 4: Aclarar bien con agua corriente.
  • Paso 5: Secarse las manos con un paño limpio o una toalla de un solo uso.

Para facilitar el proceso, puedes ayudar a tu hijo/a con dibujos. Puedes usar ilustraciones paso a paso que muestren cómo deben mojarse las manos, aplicar el jabón, frotar las manos, enjuagar y secarse. Los dibujos pueden hacer que el proceso sea más comprensible y divertido para ellos/as.

3. Hazle saber cúanto tiempo debería dedicar a lavarse las manos

Debería dedicar entre 20 y 30 segundos a lavarse las manos. Una manera sencilla de calcularlo es cantar la canción del cumpleaños feliz u otra canción que le guste (de la misma duración) dos veces.

Es igual para el desinfectante de manos: utiliza un desinfectante que tenga un contenido mínimo de alcohol del 60% y enséñale a frotarse las manos durante al menos 20 segundos.

Recuerda: el desinfectante de manos puede ser tóxico si se ingiere y debe usarse solo bajo la supervisión de un adulto.

4. Determina en qué momentos hay que lavarse las manos

Tus hijos/as deberían lavarse las manos con frecuencia a lo largo de todo el día, y en los siguientes casos debería ser siempre obligatorio:

  • Después de venir de la calle.
  • Siempre que tenga las manos visiblemente sucias.
  • Antes y después de comer.
  • Después de ir al baño.
  • Después de tocar animales y mascotas.
  • Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.

5. Conviértelo en una actividad familiar y divertida

Para habituar a tu hijo o hija a lavarse las manos, puedes intentar que se convierta en una actividad más fácil y divertida. Algunos consejos para conseguirlo:

  • Usa un temporizador con una canción divertida de 20 segundos.
  • Desafíalo a hacer espuma con el jabón en ambas manos.
  • Utiliza jabones de colores o con aromas atractivos.
  • Lávate las manos con entusiasmo antes de las comidas y resalta lo bien que se siente tenerlas limpias.
  • Usa una tabla de recompensas con pegatinas (de su película favorita) por cada vez que lo haga sin recordárselo.

6. Evita las peleas y el castigo

Si el lavado de manos se convierte en un conflicto, aumentará la resistencia. Mantén la calma, insiste con paciencia y usa estrategias positivas.

Haz del lavado de manos un juego divertido: inventad una canción especial, imaginad que derrotáis gérmenes malvados, usad jabones de colores y purpurina, organizad una carrera de espuma o un desafío con temporizador o reloj de arena. También puedes motivarlos con pegatinas de recompensa o decirles que tienen “pintura invisible” que solo el jabón puede eliminar. ¡Así será una rutina sin peleas y llena de diversión!

7. Facilita el acceso al lavado

  • Coloca un taburete si el lavabo está alto.
  • Usa dispensadores de jabón fáciles de accionar.
  • Asegúrate de que el agua no esté demasiado fría ni caliente.

Conclusión

Con paciencia, creatividad y consistencia, lograrás que tu hijo/a adquiera el hábito de lavarse las manos antes de comer. Recuerda que los hábitos saludables se construyen poco a poco y con refuerzo positivo. Convertir el lavado de manos en una rutina divertida y familiar hará que sea más fácil para tu hijo/a recordarlo y hacerlo sin resistencia. Además, al dar el ejemplo y reforzar la importancia de la higiene, estarás enseñándole una lección importante que le servirá toda la vida.