Es común que algunos niños y niñas se despierten durante la noche y busquen la seguridad de la cama de sus padres. Sin embargo, para su desarrollo emocional y el descanso de toda la familia, es importante que aprendan a dormir solos/as. A continuación, te ofrecemos pasos prácticos y efectivos para ayudar a tu hijo/a a lograrlo.
1. Identifica y aborda posibles miedos
Algunos niños/as interrumpen su sueño debido a miedos nocturnos. Habla con tu hijo/a durante el día para identificar qué le preocupa (la oscuridad, ruidos, pesadillas) y ofrece soluciones específicas.
- Explorad juntos/as la habitación: muéstrale que su habitación está libre de “peligros”.
- Expresión de miedos: ayúdalo/a a expresar sus miedos mediante dibujos o historias, lo que le hará sentirse escuchado/a y seguro/a.
2. Establece una rutina relajante antes de dormir
Crear una rutina predecible genera seguridad y prepara a los niños/as para un sueño tranquilo. Puedes incluir actividades como:
- Leer un cuento: elige historias relajantes que ayuden a tu hijo/a a desconectar.
- Cantar una canción suave: una melodía calmada puede ser reconfortante.
Para ello, crea un ambiente acogedor/a, usa una luz tenue, evita pantallas y asegúrate de que su habitación sea un lugar cómodo y agradable.
Esta rutina no solo ayuda a tu hijo/a a relajarse, sino que también fortalece el hábito de dormir en su propia cama.
3. Cómo actuar si viene a tu cama
Cuando tu hijo/a interrumpe su sueño y se acerca a tu cama, es fundamental mantener la calma y ser constante en tu respuesta.
- Acompáñalo/a de vuelta a su cama: hazlo/a sin enfadarte.
- Frases de consuelo: repite con calma frases como: “Estás a salvo en tu cama, aquí tienes tu peluche contigo”.
- Evita largas conversaciones: mantén el ambiente tranquilo para no estimularlo/a más y refuerza la idea de que es hora de dormir.
4. Dale herramientas para que se sienta seguro/a
Ayuda a tu hijo/a a ganar confianza con pequeñas herramientas que le proporcionen seguridad durante la noche.
- Linterna o luz nocturna: una luz suave puede ayudar a disminuir su miedo a la oscuridad.
- Manta o peluche especial: asociar un objeto de consuelo con la tranquilidad le ayudará a calmarse.
- Refuerza su cama como un lugar seguro: explícales con cariño que su cama es un lugar donde está protegido/a y cómodo/a.
5. Reemplaza la visita nocturna con un “despertar de abrazos”
Para implementar el “despertar de abrazos”, habla con tu hijo/a sobre la nueva regla de que puede venir a tu cama solo por la mañana, cuando ya haya luz, en lugar de hacerlo durante la noche.
6. Refuerza su autonomía durante el día
Fomenta la independencia durante el día, ya que esto influye directamente en su confianza para dormir solo/a por la noche. Deja que elija su ropa, recoja sus juguetes o ayude en tareas sencillas. Esto refuerza su autoestima y le da seguridad para enfrentar situaciones como dormir sin compañía.
7. Coherencia entre padre/madre
La coherencia entre ambos padres es esencial para ayudar a tu hijo/a a dormir solo/a. Antes de implementar cualquier estrategia, aseguraos de que ambos estéis de acuerdo con el plan y las reglas que seguiréis. Esto significa que debéis comunicaros sobre cómo manejar las visitas nocturnas, qué recompensas ofrecer y cómo reforzar la rutina de acostarse. Por ejemplo, si uno de los padres decide permitir que el niño/a duerma en su cama como una “excepción”, el otro debe apoyar esa decisión o buscar una solución conjunta. Esta alineación no solo crea un entorno más seguro y predecible para tu hijo/a, sino que también evita confusiones y resentimientos que pueden surgir cuando las reglas son inconsistentes. Al trabajar juntos, fortaleceréis vuestra autoridad como padres y facilitaréis la transición hacia que tu hijo/a duerma en su propia cama.
Conclusión
Ayudar a tu hijo/a a dormir toda la noche en su cama es un proceso que requiere paciencia, constancia y empatía. La clave está en crear un ambiente de seguridad y confianza, tanto en el día como en la noche, para que pueda desarrollar su autonomía emocional y aprender a gestionar sus miedos.
Implementar una rutina relajante antes de dormir, responder con calma cuando se despierte, ofrecerle herramientas que lo tranquilicen y reforzar su autoestima durante el día son pasos esenciales para lograr este objetivo. Es normal que al principio sea un reto, pero con dedicación y consistencia, tu hijo/a aprenderá a confiar en su capacidad para dormir solo/a.
Recuerda que cada niño tiene su propio ritmo, y pequeños avances son grandes logros. Celebra cada paso positivo, mantén una actitud comprensiva y confía en que, con el tiempo, tanto tu hijo/a como tú disfrutaréis de noches más tranquilas.