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¿Qué hacer cuando tu hijo/a ignora las reglas de casa? Guía práctica para padres y madres

Como padres y madres, sabemos lo importante que es establecer reglas claras en casa. Sin embargo, a veces los/as hijos/as ignoran las normas, especialmente en la adolescencia, cuando comienzan a probar límites. Si te encuentras en esta situación, aquí te ofrecemos soluciones prácticas y pasos específicos para que tu hijo/a respete las reglas de la casa.

1. Acordar juntos las reglas de la casa, sus consecuencias y recompensas

Los adolescentes son más propensos a seguir las normas cuando han participado en su creación. Estableced juntos un conjunto de reglas claras, las consecuencias de incumplirlas y las recompensas por respetarlas.

¿Cómo hacerlo?

  • Organizad una reunión familiar para definir las normas básicas del hogar.
  • Anotad las reglas en un lugar visible (como la nevera o un tablero).
  • Estableced consecuencias proporcionales y relevantes a cada norma.
  • Incluid recompensas para reforzar los comportamientos positivos.

Ejemplo:

  • Regla: “Se debe avisar si se va a llegar tarde a casa.”
  • Consecuencia: “Si no avisas, la próxima salida será más corta.”
  • Recompensa: “Si cumples con los horarios durante un mes, podemos extender tu hora de llegada.”

¿Por qué funciona?

Cuando los adolescentes participan en la creación de las reglas, las perciben como más justas y tienen mayor compromiso para cumplirlas.

2. Usa el método de “elección dentro de los límites”

En lugar de imponer reglas de forma rígida, dale a tu hijo/a opciones dentro de ciertos límites. Esto le da una sensación de control y aumenta la probabilidad de que respete las normas.

Ejemplo:

  • En vez de decir “¡Limpia tu cuarto ya!”, prueba con: “¿Cuándo te viene mejor ordenar tu cuarto, ahora o después de cenar?”
  • ¿Por qué funciona? Los adolescentes suelen resistirse cuando sienten que no tienen control sobre su vida. Ofrecerles opciones dentro de un marco establecido les da autonomía sin perder la estructura.

3. Sé flexible con las normas, pero exige compromiso

Los adolescentes necesitan normas claras, pero no todas deben ser inamovibles. Hay reglas no negociables (salud y seguridad), pero otras pueden ajustarse en función del diálogo y la responsabilidad.

Ejemplo:

  • Si tu hijo/a está sobrecargado de tareas y no puede recoger su cuarto en ese momento, puedes decirle:“Entiendo que tienes mucho que hacer, pero ¿podemos acordar que lo ordenarás después?”
  • ¿Por qué funciona? Demuestra respeto por sus circunstancias sin eliminar la responsabilidad.

4. Usa las consecuencias naturales en lugar de castigos arbitrarios

Las consecuencias deben ser proporcionales y relevantes al comportamiento. En lugar de castigar sin conexión, deja que las consecuencias sean un resultado directo de sus acciones.

Ejemplo:

  • Si llega tarde sin avisar, la próxima vez deberá volver más temprano.
  • Si no cumple con una tarea, pierde el privilegio relacionado (menos tiempo con la tablet si la usó antes de hacer los deberes).
  • ¿Por qué funciona? Las consecuencias naturales enseñan responsabilidad sin generar resentimiento.

5. Aplica incentivos en lugar de solo quitar privilegios

En lugar de enfocarte en castigos, usa los privilegios como motivación. Todos trabajamos para obtener algo, y los adolescentes no son la excepción.

Ejemplo:

  • “Si te aseguras de terminar tus tareas a tiempo y ayudar con las tareas del hogar, recibirás una hora extra el fin de semana para salir con tus amigos.”
  • ¿Por qué funciona? Coloca la responsabilidad en tu hijo/a, haciéndolo parte del proceso en lugar de sentirse castigado/a.

6. Sé consistente y evita castigar desde la ira

Las reglas deben aplicarse siempre de la misma manera. No cambies las consecuencias dependiendo de tu estado de ánimo o perderás credibilidad.

Ejemplo:

  • No impongas castigos excesivos en un momento de enfado. Antes de reaccionar, respira y piensa:“¿Es esta consecuencia proporcional y justa?”
  • ¿Por qué funciona? Mantiene la coherencia y evita que el castigo se vea como un acto impulsivo.

Negociar ciertas reglas no significa perder autoridad. Escucha sus razones y, si son válidas, muestra flexibilidad sin perder el control.

Ejemplo:

  • Si quiere una extensión de horario para salir, pregúntale:“Dame una razón válida por la que debería darte más tiempo. ¿Cómo puedo confiar en que cumplirás con el nuevo acuerdo?”
  • ¿Por qué funciona? Fomenta la comunicación y enseña a argumentar con responsabilidad.

8. Construye acuerdos con tu pareja y otros padres

Si un padre es estricto y otro permisivo, los hijos pueden aprovechar la situación. Mantened una postura unificada y, si es posible, coordinad normas con otros padres del grupo de amigos.

Ejemplo:

  • Si establecéis una hora de llegada, intentad que sea similar a la de sus amigos para evitar comparaciones.
  • ¿Por qué funciona? Evita contradicciones y refuerza la autoridad.

Conclusión: estructura con empatía

Los adolescentes necesitan límites, pero también sentirse escuchados y respetados. Un enfoque basado en reglas claras, consecuencias justas y diálogo fortalecerá la relación y fomentará la responsabilidad sin conflictos innecesarios.

💡 La clave: acordar las normas juntos, ser firmes pero flexibles, y demostrar con el ejemplo. ¡Así lograrás que sigan las reglas sin sentirse oprimidos!