Los intentos de las escuelas para limitar el uso de teléfonos móviles en las aulas están generando un desafío constante entre los profesores y sus estudiantes. Desde esconder móviles en los bolsillos hasta sustituirlos con dispositivos de repuesto, los/as alumnos/as exploran continuamente nuevas formas de eludir las prohibiciones de móviles en los centros educativos.
Arianna Prothero, periodista del periódico Education Week, señala las dificultades que enfrentan los educadores y la importancia de adoptar soluciones prácticas que faciliten la disciplina sin cortar completamente la comunicación con los niños/as.
Estrategias que emplean los estudiantes para eludir las prohibiciones de teléfonos
Para sortear las restricciones, los estudiantes recurren a diversos trucos, como utilizar relojes inteligentes, esconder móviles en los bolsillos o cambiar el teléfono por un dispositivo adicional de menor valor que dejan en el aula. Algunos también usan dispositivos de comunicación alternativos, lo que hace complicado para los profesores mantener un entorno libre de distracciones.
En este contexto, para evitar malentendidos en situaciones urgentes y mantener una comunicación segura, los padres y madres pueden considerar opciones como un reloj inteligente con GPS y llamadas. Este tipo de dispositivo permite mantener el contacto sin las distracciones de un móvil completo, proporcionando tranquilidad tanto a los padres como a los educadores.
Relojes inteligentes para niños como herramienta educativa
Muchos educadores y padres han comenzado a explorar la posibilidad de que los/as niños/as utilicen un reloj inteligente. Esta herramienta permite a los menores estar localizables y comunicarse en momentos clave, lo que contribuye a la seguridad sin caer en el uso inadecuado de móviles. Además, puede ser una excelente alternativa a los teléfonos móviles en las aulas, especialmente en centros donde se busca reducir al mínimo el uso de dispositivos móviles.
Retos en la aplicación de las políticas de móviles
La aplicación de políticas restrictivas respecto a los teléfonos es compleja y, en muchos casos, no cuenta con el apoyo uniforme de toda la plantilla docente o administrativa. Algunos profesores se enfrentan a la falta de respaldo de la administración o de los propios padres, que muchas veces interrumpen el aprendizaje al enviar mensajes a sus hijos/as durante las horas lectivas.
Algunos centros han establecido políticas que permiten que los estudiantes depositen sus móviles al inicio de la clase, pero, según el artículo de Prothero, en muchos casos los/as alumnos/as buscan eludir la norma usando dispositivos de repuesto. Ante estas dificultades, la incorporación de herramientas específicas para la comunicación segura puede convertirse en un recurso efectivo y aceptable para todos.
Conclusión
A medida que las escuelas buscan formas de reducir las distracciones en clase, tanto los padres como los educadores tienen en su mano la posibilidad de utilizar alternativas que no interfieran en el aprendizaje. Con un reloj inteligente, se proporciona a los menores una vía de comunicación eficaz sin la distracción de un móvil convencional. Además, estos relojes, al contar con un localizador GPS para niños, permiten a los padres monitorizar la ubicación de sus hijos en todo momento, garantizando su seguridad. De esta manera, todos los implicados en la educación de los menores pueden colaborar para asegurar tanto la seguridad como la concentración en el aula.
