En los últimos años, el uso de herramientas digitales en las aulas ha generado un intenso debate entre padres, expertos y educadores. Tal y como recoge Olga R. Sanmartín en su artículo para El Mundo, Pelayo Cardelús, padre de cuatro hijos y licenciado en Derecho, ha tomado una postura firme contra la digitalización excesiva en los colegios. Este padre madrileño considera que plataformas como Google Classroom y dispositivos como los chromebooks están “encadenando a los niños a las pantallas” y plantea serias preocupaciones sobre la privacidad y el enfoque educativo.
La lucha de un padre contra la digitalización escolar
Cardelús decidió sacar a su hijo mayor de 14 años de un colegio concertado en Madrid porque, según él, pasaba “buena parte del día con la atención puesta en un ordenador portátil”. Su preocupación no termina ahí: suspendió el pago de la cuota voluntaria de sus otros dos hijos escolarizados en el mismo centro y no inscribió al menor de tres años. Su argumento es claro: «Nuestros hijos están desprotegidos frente a la voracidad de la industria tecnológica».
Según este padre, las herramientas digitales como Google Workspace for Education recopilan datos sensibles sobre los menores, como su rendimiento académico y preferencias personales, para transformarlos en información comercializable. “No debemos resignarnos a que nuestros hijos sean objetos de experimentos tecnológicos”, afirma.
Problemas de privacidad en el centro del debate
Cardelús presentó una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, cuestionando el consentimiento parental requerido para usar Google Workspace for Education. Aunque inicialmente no fue admitida, el recurso de reposición fue aceptado y está pendiente de resolución.
La Fundación Educativa Santo Domingo, responsable del colegio, asegura que cumplen con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y han adoptado medidas como pasar de la versión gratuita de Google a una de pago para alojar los datos en servidores europeos. Sin embargo, Cardelús insiste en que el consentimiento que se pide a los padres no es ni libre ni informado, describiéndolo como un “laberinto de links” difícil de entender.
El impacto en los estudiantes: discriminación y uso desmedido
Otro punto de conflicto es la falta de alternativas reales para los alumnos que no utilizan estas plataformas. Aunque el colegio ofreció opciones como entregar las tareas en papel o usar otra plataforma, Cardelús afirma que su hijo mayor fue discriminado y perdió actividades importantes al no estar en Google Classroom.
Además, critica el uso de chromebooks desde temprana edad: «Lo que empezó en Primaria como una herramienta educativa se ha convertido en un plan para atrapar la atención de los menores». Su esposa y otras madres iniciaron un grupo de WhatsApp llamado “Mejor sin chromebook” para reclamar al colegio un cambio en la política digital, aunque sin éxito.
¿Es necesaria la digitalización para adquirir competencias tecnológicas?
La Fundación Educativa Santo Domingo defiende que el uso de herramientas tecnológicas en las aulas es esencial para que los estudiantes adquieran competencias digitales, una exigencia de la LOMLOE. Sin embargo, Cardelús no está de acuerdo: «Aprenden cuatro cosas, pero no saben programar ni adquirir habilidades avanzadas».
El debate está lejos de cerrarse, y Cardelús está decidido a seguir adelante. Su próximo paso será solicitar la intervención de la Inspección de la Comunidad de Madrid.
Conclusión:
La digitalización escolar plantea retos significativos, desde la protección de la privacidad hasta el impacto en el desarrollo educativo. Padres como Pelayo Cardelús están liderando una discusión crucial sobre cómo equilibrar el uso de la tecnología en las aulas con la necesidad de proteger a los estudiantes.
Para quienes buscan reducir la exposición de los menores al mundo digital pero mantener la conexión, dispositivos como un reloj inteligente con GPS y llamadas pueden ser un gran aliado. Este tipo de soluciones combinan la tecnología con la seguridad, ofreciendo a los padres y educadores una herramienta útil para la comunicación.