El comportamiento de quedarse callado/a frente a las preguntas de adultos puede estar relacionado con el temperamento de tu hijo/a, especialmente si tiene una personalidad más reservada. Los niños/as con un temperamento más introvertido tienden a sentirse incómodos/as al interactuar con personas que no conocen bien o en situaciones sociales nuevas. ¡No entres en pánico! Este comportamiento puede mejorar con el tiempo y el apoyo adecuado.
1. Prepáralo/a antes de la interacción
Una forma efectiva de ayudar a tu hijo/a a sentirse más seguro/a es prepararlo/a antes de la interacción. Practicar respuestas simples en un ambiente familiar y relajado puede hacer que tu hijo/a se sienta más tranquilo/a. Puedes sugerirle respuestas como:
- “Estoy bien, gracias.”
- “Me gusta mucho el fútbol.”
- “Hoy aprendí algo nuevo en la escuela.”
La repetición de estas frases y situaciones ayuda a reducir la incomodidad y a aumentar su confianza.
2. Refuerza positivamente sus esfuerzos
Los refuerzos positivos son esenciales para que tu hijo/a asocie las interacciones sociales con experiencias agradables. Elogia cualquier intento de respuesta, incluso si es breve. Aplaudir sus esfuerzos hará que tu hijo/a se sienta más motivado/a a seguir intentando en futuras interacciones.
3. Evita presionar demasiado
Es importante evitar presionar a tu hijo/a. Si bien es útil fomentar la participación, forzar una respuesta puede generar más incomodidad. Permite que tu hijo/a responda cuando se sienta listo/a. La exposición gradual y respetuosa, sin presionar, ayudará a tu hijo/a a sentirse más cómodo/a al interactuar con adultos/as.
4. Fomenta interacciones en entornos cómodos
Las interacciones en ambientes familiares y seguros son fundamentales. Los niños/as que practican sus habilidades sociales en un entorno controlado y cómodo, como reuniones familiares o con amigos cercanos, se sienten más confiados/as al enfrentarse a situaciones sociales fuera de su círculo cercano. Crea espacios en los que tu hijo/a pueda interactuar sin presiones, lo cual contribuirá a fortalecer sus habilidades sociales.
5. Busca ayuda profesional si es necesario
Si notas que el comportamiento persiste y afecta su desarrollo social, considerar la ayuda de un profesional puede ser beneficioso. Un psicólogo/a especializado/a en niños/as puede ofrecer herramientas y estrategias adaptadas para apoyar el desarrollo social de tu hijo/a.
Conclusión
El hecho de que tu hijo/a se quede callado/a ante preguntas de adultos/as puede estar relacionado con un temperamento más reservado, una característica presente en algunos niños/as. Con estrategias de preparación, refuerzo positivo y respetando su ritmo, puedes ayudar a tu hijo/a a ganar confianza en sus interacciones sociales. Si el comportamiento persiste, no dudes en buscar apoyo profesional para ayudarle a mejorar sus habilidades sociales y sentirse más cómodo/a en cualquier situación.