La seguridad digital de los menores se ha convertido en una de las mayores preocupaciones en nuestra sociedad. En una entrevista para El País realizada por Ana Torres Menárguez, el fiscal de menores de Álava, Manuel Pedreira, reflexiona sobre los riesgos digitales y la falta de preparación de las familias para afrontarlos. Según Pedreira, la creciente exposición de los adolescentes a las redes sociales está generando graves problemas relacionados con la privacidad, la integridad moral y la libertad sexual.

La importancia de la denuncia inmediata

Uno de los aspectos críticos en la lucha contra los delitos digitales es la rapidez con la que se presentan las denuncias. Según Pedreira, la trazabilidad de los hechos es fundamental para investigar delitos como el grooming, el ciberacoso o la sextorsión. Por ello, subraya la necesidad de que las familias recojan pruebas, como capturas de pantalla, y entreguen los dispositivos implicados lo antes posible a las autoridades.

La falta de cultura digital en las familias

Aunque los padres suelen estar al tanto de los riesgos de Internet, el fiscal destaca una carencia generalizada de formación digital. Esto dificulta que los adultos acompañen eficazmente a los menores en su uso de las redes sociales y otras plataformas. Pedreira insiste en que los progenitores deben enseñar conceptos como la memoria digital y ayudar a los menores a gestionar su privacidad y el contenido que comparten.

En este contexto, muchas familias y educadores buscan soluciones prácticas para reducir la exposición de los menores a los peligros del mundo digital. Para quienes buscan una opción segura, un reloj inteligente con GPS y llamadas, se presenta como una excelente alternativa al móvil, ya que permite a los padres mantenerse conectados con sus hijos, garantizando su seguridad y comunicación sin necesidad de que los menores tengan acceso directo a redes sociales u otros riesgos digitales.

Delitos frecuentes y perfiles implicados

Entre los delitos más comunes cometidos por menores se encuentran el ciberacoso, la extorsión y la distribución de contenidos sexuales. Además, el fiscal advierte sobre el uso de identidades falsas para cometer delitos y la exposición temprana de los jóvenes en redes sociales.

Por otro lado, las víctimas suelen ser menores que se relacionan con personas desconocidas o que han compartido contenido íntimo sin medir las consecuencias. En este contexto, Pedreira subraya que la educación y el acompañamiento son claves para prevenir situaciones de riesgo.

La necesidad de aumentar la edad mínima para redes sociales

Pedreira valora positivamente el aumento de la edad mínima para que los menores puedan crear cuentas en redes sociales, que pasará de 14 a 16 años. Sin embargo, considera que esta medida debe ir acompañada de mayor concienciación sobre la importancia de proteger los datos personales y evitar la sobreexposición en Internet.

Acompañamiento, prevención y legislación

La memoria de la Fiscalía refleja un aumento en los delitos cometidos por menores, especialmente en los menores de 14 años. Pedreira señala que es fundamental ofrecer un acompañamiento adecuado tanto desde las familias como desde las instituciones educativas. Además, destaca la importancia de cumplir con la Ley de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI), que establece la obligación de comunicar situaciones de riesgo.

Conclusión

La creciente digitalización plantea retos significativos para proteger a los menores de los riesgos en Internet. Según el fiscal Manuel Pedreira, la clave está en la educación, el acompañamiento y la denuncia inmediata. Las familias deben adquirir una cultura digital sólida y enseñar a los jóvenes a gestionar su privacidad en un entorno cada vez más complejo. Además, medidas como el aumento de la edad mínima para crear cuentas en redes sociales son pasos en la dirección correcta, aunque deben complementarse con esfuerzos colectivos de las instituciones, los centros educativos y la sociedad en su conjunto. Solo a través de un enfoque preventivo y colaborativo será posible garantizar un entorno digital más seguro para las nuevas generaciones.