Según informa Ander Goyoaga, periodista de La Vanguardia, un movimiento liderado por familias del colectivo Altxa Burua está logrando un cambio significativo en el uso temprano de teléfonos móviles entre adolescentes en Gipuzkoa. Esta iniciativa ha reducido drásticamente el porcentaje de estudiantes de 2º de ESO con smartphone, pasando de un 100% en 2021 a solo un 16% en algunos centros escolares, según datos recientes de Zarautz.
El programa Zeos, desarrollado en colaboración con el Gobierno Vasco, es un ejemplo clave. Este plan piloto promueve la educación digital, la salud emocional y desafíos como una semana sin smartphones para jóvenes de 4º de ESO. Todo ello acompañado por compromisos semestrales entre familias para atrasar la compra del primer dispositivo móvil.
Resultados que inspiran
Los efectos de este movimiento son visibles y replicables:
- Mejor rendimiento escolar: los estudiantes han mejorado su capacidad de atención y organización.
- Reducción del ciberacoso: al retrasar la exposición a las redes sociales, disminuyen los conflictos y problemas asociados.
- Relaciones más sanas: los adolescentes dedican más tiempo a interactuar cara a cara con sus compañeros y familiares.
En localidades como Zarautz, Orio y Tolosa, las cifras de adopción de esta dinámica han sido impresionantes. Más allá de los datos, los testimonios de familias y docentes refuerzan la importancia de actuar de manera conjunta para generar un impacto a largo plazo.
Claves del éxito del programa Zeos
- Formación integral: se proporciona información a familias, alumnos y profesores sobre los peligros del uso prematuro de móviles.
- Compromisos colectivos: cada semestre, las familias acuerdan posponer la compra de smartphones de manera voluntaria.
- Desafíos conscientes: experimentos como pasar una semana sin móvil enseñan a los jóvenes a gestionar mejor su tiempo.
Telmo Lazkano, coautor del libro “Las voces del silencio“, explica que retrasar el acceso a smartphones hasta los 16 años no solo protege a los adolescentes, sino que también ayuda a fomentar usuarios críticos y responsables.
Espacios libres de móviles
El cambio cultural no se limita al ámbito escolar. En Tolosa, una iniciativa piloto está identificando espacios como parques infantiles y salas pediátricas como zonas libres de móviles. Además, el comercio local se suma, ofreciendo alternativas para que los jóvenes puedan utilizar teléfonos solo en casos de emergencia.
Legislación y concienciación: una necesidad urgente
Lazkano advierte de la importancia de legislar frente a intereses empresariales que fomentan el uso adictivo de los dispositivos:
“Si damos un móvil a nuestros hijos, no les abrimos las puertas del mundo, sino que las abrimos a empresas tecnológicas que buscan explotarlos.”
La experiencia de Gipuzkoa sirve como referencia para otras comunidades autónomas y demuestra que, con el apoyo adecuado, es posible proteger a las generaciones más jóvenes de los riesgos asociados al uso temprano de smartphones.