La televisión se ha convertido en un medio fundamental para captar la atención de los niños y niñas, quienes son constantemente expuestos a publicidad que influye en sus deseos y decisiones de compra. Este fenómeno plantea interrogantes sobre el impacto del consumismo en los menores y la necesidad de que los padres gestionen su exposición a estos mensajes comerciales.

La palabra “consumir”, del latín consumĕre, significa gastar o destruir, lo que refleja una tendencia actual a adquirir productos no esenciales impulsados por deseos de satisfacción o aceptación social. Este malgasto de recursos enfatiza la importancia de que los padres comprendan su papel en las decisiones de compra de sus hijos. Educar a los niños sobre la diferencia entre deseos y necesidades, y fomentar valores que prioricen lo emocional y espiritual sobre lo material, es clave en este contexto.

A continuación, ofreceremos una serie de consejos prácticos que ayudarán a los padres a guiar a sus hijos en la gestión de sus deseos y en la toma de decisiones más conscientes respecto al consumo. Estos consejos están diseñados para fortalecer la relación familiar y promover un enfoque saludable hacia el consumo.

1. Explica el propósito de la publicidad

Qué hacer: siéntate con tu hijo/a cuando veáis un anuncio.

Ejemplo: dile: “Mira ese anuncio. Muestra un juguete que parece divertido, pero su propósito es que queramos comprarlo. Las empresas quieren vendernos cosas, no siempre necesitamos lo que vemos.”

Esto les ayuda a ser más críticos con lo que ven.

2. Enseña la diferencia entre deseo y necesidad

Qué hacer: cread una “Lista de Deseos” y cada vez que tu hijo/a vea algo que le guste, anotadlo. Dile: “Cuando veas algo que quieras, escríbelo aquí. Luego, al final de la semana, revisamos la lista y decidimos qué es realmente necesario.”

Luego, podéis crear preguntas como:

• • ¿Lo necesito ahora?
  • ¿Puedo esperar hasta mi cumpleaños? Esto les ayudará a reflexionar sobre sus deseos.

3. Refuerza la gratificación diferida

Qué hacer: fomentar la paciencia a través de pequeños retos.

Propón un trato: “Si ahorras tu dinero durante un mes, podrás comprar algo especial que realmente quieras.”

De esta forma, enseñas a tu hijo/a a esperar y valorar más lo que obtenga. Puedes ayudarlo/a a contar su dinero y celebrar cuando logre su objetivo.

4. Promueve valores más allá de lo material

Qué hacer: organiza actividades enfocadas en compartir y ayudar a otros.

Ejemplo: planea una jornada de voluntariado familiar. Podéis hacer una recolección de alimentos, crear tarjetas de ánimo e ilusión para niños que están en hospitales, visitar residencias de ancianos, etc. Explícale: “Al ayudar a los demás, vemos que hay cosas más importantes que tener nuevos juguetes.”

Refuerza la idea de que los valores son lo que realmente importa.

5. Hazlo partícipe del presupuesto familiar

Qué hacer: involucra a tu hijo/a en la gestión del dinero del hogar.

Ejemplo: puedes tener una pizarra donde anotes el presupuesto mensual. Dile: “Aquí tenemos lo que gastamos en comida, alquiler y otras cosas. Este mes, te daré una pequeña cantidad para gastar. ¿Qué te gustaría comprar?”

Esto les ayuda a entender el valor del dinero y a tomar decisiones informadas.

6. Limita el tiempo frente a la televisión y dispositivos

Qué hacer: establecer límites claros de tiempo para ver la televisión.

Dile a tu hijo/a: “Podemos ver una película los viernes por la noche, pero los demás días solo podemos ver televisión una hora.”

Fomenta alternativas: “¿Qué te parece si jugamos a un juego de mesa o vamos al parque después de hacer los deberes?”

Esto no solo reduce la exposición a la publicidad, sino que también fortalece la conexión familiar.

7. Sé un buen ejemplo

Qué hacer: muéstrale cómo tomas decisiones de compra conscientes.

Ejemplo: cuando estés en una tienda, habla en voz alta sobre tus decisiones: “Estoy viendo esta chaqueta, pero lo pensaré un poco antes de comprarla. ¿Realmente la necesito?”

Esto les enseña que está bien reflexionar sobre las compras y que no siempre hay que seguir el impulso.

Conclusión

La influencia de la publicidad es un desafío constante para los padres en la era digital, pero con estrategias prácticas, puedes ayudar a tu hijo/a a gestionar sus deseos de manera efectiva. Enseñarle a distinguir entre deseo y necesidad, practicar la gratificación diferida, y hacer que participe en la gestión del presupuesto familiar son pasos clave para que pueda comprender el valor real de las cosas. A través de tu apoyo y ejemplo, tu hijo/a podrá desarrollar habilidades que lo acompañarán toda la vida.

Recuerda que, como padre o madre, tienes el poder de guiar a tu hijo/a hacia decisiones más conscientes y saludables en relación con el consumo.