A veces los niños y niñas experimenten celos o se sienten frustrados cuando creen que sus hermanos/as reciben más atención o cuidados por parte de los padres. Sin embargo, estos sentimientos no deben ser ignorados, ya que pueden afectar su autoestima y sus relaciones familiares. Si tu hijo/a se queja de que sus hermanos/as reciben más atención, aquí te ofrecemos soluciones prácticas y efectivas para manejar esta situación de manera positiva.
1. Reafirma la igualdad y valida sus emociones
Qué hacer:
- Explica a tu hijo/a que todos en la familia son igual de importantes.
- Asegúrate de que entienda que la atención se distribuye según las necesidades, pero siempre con equidad.
- No ignores sus celos ni los castigues por sentirlos; en lugar de eso, valida su emoción y ayúdalo/a a gestionarla.
Ejemplo:
Si tu hijo/a dice: “Tú quieres más a mi hermano que a mí”, respóndele con calma:
“Entiendo que te sientas así. Pero quiero que sepas que te quiero mucho. A veces necesito cuidar más a tu hermanito porque es más pequeño, pero eso no significa que seas menos importante.”
Paso a paso:
- Dile con calma que el amor y la atención son incondicionales.
- Si expresa celos, escúchalo/a sin interrumpir.
- Anímalo/a a encontrar una solución:
- Si rompe algo porque está enfadado, ayúdalo/a a repararlo.
- Si insulta a su hermano/a, acompáñalo/a a pedir disculpas y expresar su emoción de otra manera.
2. Crea momentos especiales con cada niño
Qué hacer:
- Cada hijo/a necesita sentirse único/a y especial.
- Organiza momentos exclusivos con cada uno/a: un paseo, leer juntos, jugar.
Ejemplo: “Cada sábado por la mañana es nuestro rato juntos. Hoy podemos hacer galletas, ¿qué te parece?”
Paso a paso:
- Reserva un “tiempo especial” para cada niño/a (ejemplo: “El tiempo de Ana”).
- Durante este tiempo, dale atención total y sin interrupciones.
- Asegúrate de que cada uno/a tenga su momento para sentirse valorado/a.
3. Fomenta la comunicación abierta
Qué hacer:
- Anima a tus hijos/as a expresar sus emociones sin miedo.
- Valida sus sentimientos y ayúdales a identificar qué necesitan.
Ejemplo:
Si tu hijo/a está molesto/a y no quiere hablar, pregúntale con calma:
“Parece que estás enfadado/a. ¿Quieres contarme qué pasó o prefieres un abrazo?”
Paso a paso:
- Pregunta con empatía: “¿Cómo te sientes?”
- Escucha sin interrumpir ni minimizar sus emociones.
- Ayúdalo/a a expresar lo que realmente necesita de ti.
4. Evita comparaciones y fomenta el trabajo en equipo
Qué hacer:
- Evita frases como “Tu hermano hace esto mejor”.
- Refuerza las fortalezas individuales sin comparaciones.
- Promueve la cooperación en vez de la competencia.
Ejemplo:
En lugar de decir “Tu hermana siempre ordena su cuarto y tú no”, prueba con:
“Si necesitas ayuda para ordenar tu cuarto, podemos hacerlo juntos.”
Paso a paso:
- Destaca los logros de cada niño/a de forma personalizada.
- Organiza actividades en las que colaboren en lugar de competir.
- Usa juegos de mesa, proyectos familiares o retos en equipo.
5. Involucra al hermano mayor desde el principio
Qué hacer:
- Desde el embarazo, explícale que tendrá un hermanito/a y qué significa eso.
- Asegúrate de que no sienta responsabilidades que no le corresponden.
Ejemplo: “Tu hermanito/a va a necesitar mucha ayuda al principio, pero tú sigues siendo igual de importante para nosotros. ¿Te gustaría elegir un peluche para él/ella?”
Paso a paso:
- Usa un lenguaje adaptado a su edad y responde sus preguntas.
- Permítele ayudar con pequeñas tareas, pero sin imponerle obligaciones.
- Refuerza su rol sin que se sienta desplazado/a ni sobrecargado/a.
6. Equilibra la atención y promueve la resolución de conflictos
Qué hacer:
- Dedica tiempo individual a cada hijo/a.
- No favorezcas inconscientemente a uno sobre otro.
- Enséñales a solucionar sus conflictos de forma pacífica.
Ejemplo:
Si dos hermanos discuten por un juguete, en lugar de elegir a quién se lo das, prueba con:
“Podéis turnaros para jugar con él o buscar otra solución juntos.”
Paso a paso:
- Organiza rutinas donde cada niño/a tenga su espacio.
- Si surge un conflicto, deja que intenten resolverlo solos/as.
- Interviene solo si hay agresión, recordando las normas de respeto.
7. No castigues con exclusión ni refuerces conductas negativas
Qué hacer:
- No excluyas a un niño/a de un plan familiar como castigo.
- Si busca atención con actitudes negativas, dale la atención que necesita de forma positiva.
Ejemplo:
Si un niño/a interrumpe constantemente cuando hablas con su hermano/a, en vez de ignorarlo/a o regañarlo/a, dile:
“Veo que quieres decirme algo. En cuanto termine de hablar con tu hermano, te escucho.”
Paso a paso:
- Si un hijo/a se porta mal por celos, acompáñalo/a en lugar de castigarlo/a.
- Usa consecuencias justas y relacionadas con la conducta.
- Evita reforzar los celos prestando más atención al otro/a.
8. Demuestra afecto y refuerza lo positivo
Qué hacer:
- Asegúrate de que cada hijo/a reciba muestras de cariño de manera equitativa.
- Refuerza sus logros y cualidades sin que sientan competencia.
Ejemplo:
“Hoy me ha encantado cómo has ayudado a tu hermano con su tarea. Eres muy paciente y generoso/a.”
Paso a paso:
- Da abrazos, besos y palabras de ánimo por igual.
- Muestra reconocimiento por sus logros sin exagerar las diferencias.
- Organiza actividades donde ambos/as compartan la atención de forma saludable.
9. Adapta la educación a cada niño/a
Qué hacer:
- Reconoce que cada hijo/a es único y aprende de manera diferente.
- Evita comparaciones en el aprendizaje y apoya su proceso individual.
Ejemplo:
En lugar de decir “Si tu hermano lo entendió a la primera, tú también deberías”, prueba con:
“Cada quien aprende a su ritmo, dime cómo puedo ayudarte.”
Paso a paso:
- Adapta la enseñanza a las necesidades de cada niño/a.
- Refuerza sus logros sin comparaciones.
- Anímalo/a a expresar sus dificultades sin miedo.
10. Enseña a compartir y cooperar
Qué hacer:
- Refuerza la importancia de compartir más allá de los objetos.
- Promueve juegos en equipo para fortalecer la cooperación.
Ejemplo:
“Me ha encantado cómo has esperado tu turno” o “Qué bonito veros jugar juntos.”
Paso a paso:
- Usa juegos de equipo en casa.
- Refuerza la cooperación con elogios positivos.
- Fomenta el respeto y la convivencia diaria.
En resumen:
Cuando tu hijo/a se queja de que sus hermanos/as reciben más atención, la clave es generar un ambiente familiar donde todos/as se sientan igualmente valorados/as. Fomentar momentos exclusivos, mantener una comunicación abierta, evitar comparaciones y reforzar la colaboración son acciones concretas que puedes aplicar de inmediato para mitigar los celos entre hermanos/as. Recuerda que cada niño/as es único/a y merece atención, y al reforzar su autoestima, ayudarás a crear una familia más unida y respetuosa.