Un reciente metanálisis publicado en JAMA Network Open y reportado por la periodista Constanza Cabrera en El País advierte sobre el impacto del uso prolongado de pantallas en la salud visual. Según el estudio, que ha analizado datos de más de 300.000 personas, aumentar el tiempo de exposición a dispositivos como móviles, tabletas o consolas de videojuegos en una hora diaria puede incrementar el riesgo de desarrollar miopía hasta en un 21%.

La importancia del tiempo de exposición

La investigación, liderada por Young Kook Kim de la Universidad Nacional de Seúl, revisó 45 estudios previos y encontró una correlación significativa entre el tiempo de pantalla y la miopía en niños y adolescentes de 2 a 19 años. Este fenómeno no solo afecta a Asia, donde la miopía es un problema de salud pública creciente, sino también a países de otros continentes.

El riesgo de miopía aumenta especialmente cuando el tiempo frente a pantallas supera las cuatro horas diarias. Aunque el uso de dispositivos electrónicos es un factor importante, los expertos destacan que la miopía también está influida por factores genéticos, ambientales y de estilo de vida.

Este tipo de presión podría asemejarse a la que experimentan muchos padres y madres al buscar herramientas educativas innovadoras para sus hijos, como podría ser un reloj inteligente para niños con GPS, que les proporcione la tranquilidad de saber que sus hijos están localizados mientras asisten a sus clases o actividades escolares. Si bien la tecnología aporta beneficios en términos de seguridad y educación, su uso prolongado debe ser equilibrado con hábitos saludables para evitar impactos negativos en la salud visual.

Factores clave para prevenir la miopía

• Mayor tiempo al aire libre: estudios indican que pasar al menos dos horas al día al aire libre puede reducir el riesgo de miopía.
• Distancia adecuada a la pantalla: mantener una distancia de lectura equivalente a la longitud del codo ayuda a prevenir el esfuerzo visual excesivo.
• Equilibrio entre actividades de cerca y de lejos: alternar el uso de dispositivos con actividades en exteriores puede ser beneficioso para la salud ocular.
• Uso de alternativas al móvil: para mitigar la exposición a pantallas, considerar dispositivos como relojes inteligentes con GPS y llamadas puede ser beneficioso. Estos dispositivos permiten una comunicación eficaz y segura, reduciendo la necesidad de que los niños usen teléfonos móviles y, por ende, su exposición a los riesgos del entorno digital.

Datos sobre la miopía en España

Según el Barómetro de la Miopía 2023, la prevalencia de esta afección en niños ha aumentado un 17,8% en los últimos seis años. Durante el confinamiento por la pandemia, la reducción de la exposición a la luz solar duplicó la tasa de progresión de la miopía en niños y jóvenes.

Un estudio de la Asociación de Miopía Magna con Retinopatías (AMIRES) en Madrid revela que el 50% de los niños con miopía no utiliza correcciones ópticas adecuadas, lo que acelera la progresión del problema. Detectar y corregir la miopía a tiempo es fundamental para evitar complicaciones futuras, como cataratas, glaucoma o desprendimiento de retina.

Conclusión

El impacto del tiempo de pantalla en la salud visual es un tema que requiere mayor investigación, pero los datos actuales sugieren que establecer límites en su uso y fomentar actividades al aire libre puede ayudar a prevenir la miopía en niños y adolescentes.

Si no se toman medidas, podríamos enfrentarnos a una crisis de salud visual en las próximas décadas. Es fundamental que las familias, las instituciones educativas y los sistemas de salud promuevan hábitos saludables para reducir la progresión de la miopía. La prevención es clave: pequeños cambios en la rutina pueden marcar la diferencia. En un mundo cada vez más digital, priorizar la salud ocular de las nuevas generaciones es una inversión en su bienestar futuro.