El uso de dispositivos electrónicos entre los niños ha aumentado de forma significativa en los últimos años. Un reciente informe de Common Sense Media revela que más del 50 % de los menores tienen su propia tablet antes de empezar el colegio y que 1 de cada 4 dispone de un smartphone antes de los 8 años. La periodista Arianna Prothero de Education Week analiza cómo este fenómeno afecta a la educación y al desarrollo infantil.

Impacto en las escuelas de primaria

Este crecimiento plantea desafíos para las escuelas primarias, que podrían enfrentarse a problemas similares a los ya presentes en secundaria: distracciones en clase, disminución de la interacción social y dificultades para gestionar el uso de los dispositivos. Por este motivo, muchas comunidades autónomas han comenzado a restringir su uso en el entorno escolar.

Chase Christensen, superintendente del Distrito Escolar 3 del Condado de Sheridan (Wyoming), destaca que, a diferencia de secundaria, en primaria los profesores tienen un mayor control sobre el uso de móviles. Al estar con los mismos alumnos durante todo el día, pueden establecer normas claras y mantener una comunicación fluida con los padres.

La importancia de la educación digital desde primaria

Los expertos subrayan la necesidad de iniciar la alfabetización digital y la educación en inteligencia artificial en edades tempranas. Según el informe, el 40 % de los padres con hijos de entre 5 y 8 años aseguran que sus hijos ya utilizan la IA para aprender.

Supreet Mann, directora de investigación en Common Sense Media, afirma que “las conversaciones sobre el uso responsable de la tecnología suelen llegar demasiado tarde”. La clave está en educar a niños y familias sobre hábitos digitales saludables desde el principio.

Dispositivos digitales y su impacto en el bienestar infantil

Más allá del aprendizaje, el vínculo entre los niños y sus dispositivos también afecta a su desarrollo emocional y social. El informe señala que:

• El 17 % de los padres afirman que sus hijos usan el móvil o tablet para calmarse cuando están enfadados.
• El 25 % indican que sus hijos usan dispositivos electrónicos para dormirse casi todas las noches, lo que puede afectar negativamente a la calidad del sueño y, en consecuencia, a su salud mental y capacidad de aprendizaje.
• La lectura diaria ha disminuido: en 2020, el 63 % de los niños leían o les leían a diario, frente al 52 % en 2024.

Los expertos alertan sobre la necesidad de equilibrar el uso de tecnología con actividades tradicionales, fomentando hábitos más saludables en la infancia.

Reflexiones finales

El aumento del uso de dispositivos móviles en primaria plantea una cuestión clave: ¿estamos preparando a los niños para un uso responsable de la tecnología o simplemente reaccionamos cuando el problema ya está instaurado? Más allá de prohibiciones, la clave está en educar desde edades tempranas sobre el impacto de la tecnología en el aprendizaje, la socialización y el bienestar emocional. Como señala Christensen, “quizá hayamos alcanzado el punto máximo y empecemos a reducir su uso en las escuelas”, pero solo con una estrategia educativa bien definida se podrá garantizar que la tecnología sea una herramienta y no un obstáculo en el desarrollo infantil.