Seguro que más de una vez te has encontrado en esta situación: llegas a casa, quieres desconectar un rato, pero tu hijo /a ya está frente a la televisión… con el mando bien agarrado, sin intención de soltarlo. Si intentas cambiar de canal o apagar la TV, empiezan los reproches, las discusiones o incluso el enfado. Y al final, por cansancio o para evitar el conflicto, cedes.
No eres el/la único/a. Muchos/as padres/madres se enfrentan cada día a la misma pelea silenciosa por el control del mando de la televisión. No es solo cuestión de pantallas, sino de aprender a convivir, compartir y respetar los turnos en casa. La buena noticia es que este problema tiene solución.
En este artículo encontrarás 9 estrategias efectivas y variadas para gestionar esta situación en casa, evitando conflictos y ayudando, poco a poco, a convivir mejor en familia.
1. Utiliza una “ruleta familiar”
Por qué es efectivo
Elimina las discusiones porque el criterio no depende de la voluntad de nadie, sino del azar. Además, enseña a aceptar lo que toca y a gestionar la frustración.
Ejemplos
- Usar una aplicación tipo Decide Now! y girarla antes de encender la televisión.
- Hacer una ruleta casera con cartulina con los nombres de todos/as. Girarla cada tarde.
Qué decirle a tu hijo/a
- “Para que no haya peleas, vamos a girar la ruleta y quien salga decide”.
- “Hoy ha salido tu hermano/a. Te toca esperar a la próxima, cariño”.
2. Programa contenidos familiares cerrados
Por qué es efectivo
Genera espacios de convivencia y reduce los conflictos porque ya está decidido y todos/as saben lo que toca. Refuerza la idea de que la televisión puede unir y no separar.
Ejemplos
- Todos/as los/as viernes se ve una película elegida en consenso.
- Los domingos por la mañana se ven dibujos o películas infantiles, y por la tarde, series familiares.
Qué decirle a tu hijo/a
- “Los viernes vemos todos/as juntos/as una película. Después puedes elegir tú en tu rato”.
- “Ahora toca ver lo que hemos acordado en familia. Luego ya tendrás tu momento”.
3. Crea un “banco de minutos”
Por qué es efectivo
Fomenta la responsabilidad y la gestión del tiempo. Permite que los/as niños/as aprendan que los privilegios son limitados y que deben administrarse.
Ejemplos
- Tu hijo/a tiene 120 minutos a la semana para elegir qué ver. Si se gasta 60 un día, le quedan 60.
- Puede ganar minutos extra con buenas actitudes, como ayudar o ceder su turno.
Qué decirle a tu hijo/a
- “Esta semana tienes 120 minutos para ver lo que tú quieras. Hoy has usado 30, te quedan 90”.
- “Si te gastas todo hoy, mañana tendrás menos. Tú decides”.
4. Pon el mando fuera de su alcance
Por qué es efectivo
Evita tentaciones y disputas físicas. Elimina el acceso directo y obliga a pasar por la norma o por el/la adulto/a.
Ejemplos
- Guardar el mando en una caja con clave o llave.
- Tenerlo en un cajón alto que solo los/as adultos/as abren cuando se ha decidido qué ver.
Qué decirle a tu hijo/a
- “El mando lo tenemos guardado hasta que sepamos qué ver. Cuando lo decidamos, lo sacamos”.
- “Primero se decide, después se enciende. Así no discutimos”.
5. Utiliza un “contrato familiar de pantallas”
Por qué es efectivo
Poner las normas por escrito hace que los/as niños/as las visualicen y las asuman como un acuerdo formal, no como un capricho de los/as adultos/as. Es una herramienta pedagógica muy clara.
Ejemplos
- Escribir un contrato con normas.
- Firmarlo todos/as y colgarlo en la pared del salón.
Qué decirle a tu hijo/a
- “Estas son las normas de la televisión para todos/as. Si las cumplimos, nos va mejor”.
- “Si las firmamos juntos/as, todos/as sabemos lo que toca y lo respetamos”.
6. Haz que gane sus turnos
Por qué es efectivo
Asocia privilegios con responsabilidad y esfuerzo. Así entienden que no es un derecho automático, sino algo que se consigue con actitudes positivas.
Ejemplos
- Si ayuda a poner la mesa, gana 15 minutos extra.
- Si cede su turno voluntariamente, suma minutos para otro día.
Qué decirle a tu hijo/a
- “Si hoy ayudas a recoger, ganas 15 minutos más para mañana”.
- “Por cederle hoy el turno a tu hermano/a, tendrás 10 minutos extra”.
7. Fomenta la anticipación
Por qué es efectivo
Evita conflictos de última hora y reduce la ansiedad por el control. Saber con antelación quién decide o qué se verá ayuda a los/as niños/as a aceptar mejor las situaciones.
Ejemplos
- Por la mañana se dice: “Hoy a las 20:00 decide papá/mamá”.
- Al volver del colegio se recuerda: “Después de cenar, turno de tu hermano/a”.
Qué decirle a tu hijo/a
- “Recuerda que hoy decide papá/mamá y mañana tú”.
- “Después de cenar, turno de tu hermano/a. Apúntalo si quieres”.
8. Crea zonas sin televisión
Por qué es efectivo
Delimita espacios de convivencia y de desconexión. Normaliza que la televisión no es el centro de todo y enseña a disfrutar de otros momentos sin pantallas.
Ejemplos
- No se ve la televisión durante las comidas ni en el dormitorio.
- Solo se enciende tras recoger la cena y con acuerdo previo.
Qué decirle a tu hijo/a
- “En la comida no se ve la televisión. Hablamos, y después, si queréis, la ponemos”.
- “Antes de cenar no hay televisión. Después lo decidimos entre todos/as”.
9. Premia la flexibilidad
Por qué es efectivo
Refuerza conductas positivas mediante reconocimiento inmediato. Los/as niños/as aprenden que ceder o respetar normas trae beneficios y reconocimiento emocional.
Ejemplos
- “Gracias por esperar tu turno, mañana empiezas tú”.
- “Me ha encantado cómo has aceptado la decisión de la ruleta, por eso hoy tienes 10 minutos más”.
Qué decirle a tu hijo/a
- “Me ha gustado mucho cómo has esperado tu turno. Mañana eliges tú primero”.
- “Muy bien cediendo hoy, tienes 10 minutos más para otro día”.
Conclusión
Educar no es ganar batallas, sino enseñar a convivir. Cada pequeño acuerdo, norma o gesto compartido construye no solo una convivencia más armoniosa, sino personas más respetuosas, responsables y conscientes. Lo que hoy se negocia frente a una pantalla, mañana será la base de cómo sabrán escuchar, esperar y respetar en la vida.