La adolescencia es una etapa donde el sentido de pertenencia y las amistades cobran gran relevancia. Cuando los adolescentes se sienten excluidos, es natural que experimenten tristeza, ansiedad o baja autoestima. Como padres, tenemos un rol importante para ayudarles a gestionar estos sentimientos y encontrar formas de relacionarse de manera saludable. A continuación, compartimos algunos pasos prácticos para guiarte en esta situación.
1. Escucha activamente y valida sus emociones
Cuando tu hijo/a te diga que se siente excluido/a, escúchalo/a sin interrumpir y sin apresurarte a dar soluciones. Evita frases como “no es para tanto” o “ya harás nuevos amigos”. En su lugar, puedes decir:
- “Entiendo que esto te haga sentir mal”.
- “Debe ser difícil pasar por esto”.
Haz preguntas abiertas para fomentar la expresión de sus sentimientos: “¿Qué ha pasado exactamente?”, “¿Cómo te hace sentir?”, “¿Qué te gustaría que cambiara?”. Sentirse escuchado/a y validado/a es el primer paso para que pueda afrontar la situación.
2. No insistir en encajar a toda costa
Explícale que no es necesario forzar amistades con quienes no lo/a valoran. En lugar de insistir en pertenecer a un grupo que lo/a excluye, ayúdalo/a a buscar personas con intereses similares donde pueda sentirse cómodo/a y aceptado/a.
3. Ayúdalo/a a entender la situación
Es importante analizar juntos/as qué está pasando. Pregunta si ha habido algún malentendido o comportamiento que haya podido generar distancia. A veces, sin darse cuenta, pueden tener actitudes que dificultan la convivencia, como reaccionar de forma impulsiva o querer imponer su punto de vista. Si este es el caso, oriéntalo/a para mejorar sus habilidades sociales (escucha activa, la asertividad, la empatía, etc).
Si le cuesta encajar en su entorno actual, anímalo/a a explorar actividades donde pueda conocer gente con intereses afines. Pregúntale:
- “¿Te gustaría probar un nuevo deporte, club o grupo de voluntariado?”.
- “¿Te interesa aprender algo nuevo, como tocar un instrumento?”.
Ayúdalo/a a investigar opciones en su colegio o comunidad. Si le cuesta dar el primer paso, acompáñalo/a a su primera sesión o practicad juntos cómo presentarse y comenzar a entablar una conversación.
5. Refuerza su autoestima con hechos concretos
Cuando un adolescente se siente excluido/a, su autoestima suele verse afectada. Recuérdale sus fortalezas con ejemplos específicos:
- “He visto cómo has ayudado a tu hermana/o con su tarea, eres muy paciente y generoso/a”.
- “Tienes una creatividad increíble, la historieta que dibujaste es genial”.
Invítalo/a a enfocarse en actividades donde pueda desarrollar sus talentos y sentirse valorado/a.
6. Establece un hogar como espacio reconfortante y seguro
El hogar debe ser un refugio emocional donde tu hijo/a se sienta amado/a y valorado/a incondicionalmente. Refuérzale que su familia es su red de apoyo más importante. Puedes:
- Dedicar tiempo de calidad con él/ella, como ver una película juntos/as o hacer una actividad en familia.
- Recordarle que siempre tendrá un lugar seguro en casa.
- Fomentar la comunicación abierta para que sepa que puede hablar contigo sobre lo que le preocupa.
En un mundo donde la comunicación digital es clave en la vida social, contar con herramientas como un reloj inteligente con GPS y llamadas puede ser una excelente alternativa al teléfono móvil. Esto permite a los padres mantenerse conectados con sus hijos/as sin exponerlos/as a los riesgos del entorno digital. Además, cuando el niño o la niña esté fuera de casa, el dispositivo puede aumentar su sensación de seguridad, ya que permite a los padres intervenir rápidamente si la situación de exclusión se agrava, garantizando cercanía y bienestar emocional.
7. Encuentra habilidades de afrontamiento saludables
Ayuda a tu hijo/a a desarrollar estrategias para afrontar sus emociones de manera positiva. Algunas opciones pueden ser:
- Escribir un diario donde exprese sus emociones.
- Practicar algún deporte o actividad física.
- Realizar actividades creativas como pintura, música o manualidades.
- Practicar la meditación o la respiración consciente.
Estas actividades pueden ayudarle a liberar tensión y a sentirse más en control de sus emociones.
8. Ayúdalo/a a establecer límites con los demás
Si sufre exclusión o agresión, enséñale formas de responder de manera asertiva y respetuosa. Practicad frases como:
- “No me gusta lo que estás haciendo, por favor para”.
- “Prefiero estar con personas que me respeten”.
Recuérdale que, si la exclusión se convierte en acoso, debe buscar apoyo en un maestro/a, orientador/a o en ti como padre/madre.
9. Hablar con los maestros y maestras
Involucrar a los docentes es esencial. Hablar con ellos te ayudará a conocer cómo se está gestionando la situación en el aula. Además, los maestros pueden organizar actividades grupales para promover la inclusión o dar seguimiento al comportamiento de los/as niños/as que están excluyendo a tu hijo/a.
10. Buscar ayuda profesional
Si notas que la exclusión está afectando seriamente su bienestar emocional y su vida cotidiana, podría ser momento de buscar ayuda profesional. Un/a especialista en salud mental puede ayudarlo/a a desarrollar estrategias para manejar la situación de manera saludable.
Si tu hijo/a expresa pensamientos de autolesión o suicidio, actúa de inmediato y busca ayuda especializada. Puedes comunicarte con la Línea de vida para crisis y suicidio al 988.
Conclusión
Ayudar a tu hijo/a adolescente a gestionar el sentimiento de exclusión es un proceso que requiere empatía, paciencia y comunicación abierta. Estos pasos pueden guiar su camino para fortalecer su autoestima y abrirse a nuevas amistades, recordándole que siempre tendrá el respaldo de su familia.