La inteligencia artificial (IA) está transformando nuestra forma de vivir y comunicarnos, pero también plantea importantes riesgos, especialmente para niños y adolescentes. Según un artículo de Raúl Limón publicado en El País, un estudio reciente de The Lancet advierte que, al igual que ocurrió con las redes sociales, los efectos negativos de la IA en la salud mental de los más jóvenes podrían pasar desapercibidos hasta que sea demasiado tarde.
Un peligro creciente: IA, deepfakes y desinformación
Karen L. Mansfield, psicóloga investigadora de la Universidad de Oxford, señala que las funciones avanzadas de la IA, como los agentes conversacionales y los sistemas de recomendación, pueden impactar negativamente en las emociones y el comportamiento de los niños. La capacidad de generar imágenes o vídeos falsos (deepfakes) y la desinformación asociada a estos avances son preocupaciones clave.
Entre los riesgos detectados destacan:
- Contenido inapropiado o dañino: los sistemas de recomendación de contenido pueden exponer a menores a materiales perjudiciales.
- Autodiagnósticos erróneos: herramientas de diagnóstico online para trastornos como la depresión o la ansiedad pueden dar lugar a malentendidos graves.
- Explotación sexual: según un estudio liderado por Deborah Fry, de la Universidad de Edimburgo, uno de cada 12 niños sufre abuso o explotación sexual cada año, facilitados en muchos casos por tecnologías digitales.
Educación digital y supervisión, las claves para proteger a los menores
Marc Rivero, investigador principal de Kaspersky, resalta la importancia de la educación digital temprana y el uso de herramientas de supervisión parental. Según el informe Estar en línea: niños y padres en Internet, casi la mitad de los menores españoles accede a internet antes de los siete años, pero el 75% de los padres admite que sus hijos carecen de nociones básicas de seguridad digital.
Para minimizar los riesgos de la IA, los expertos recomiendan:
- Formación temprana: educar a los menores sobre los peligros del entorno digital.
- Diálogo abierto: promover conversaciones entre padres e hijos sobre el uso responsable de internet.
- Supervisión activa: utilizar controles parentales y herramientas de seguridad.
El desafío global: regulación y datos homogéneos
Los investigadores coinciden en que limitar el tiempo frente a pantallas o establecer restricciones de edad no basta. Es fundamental regular el contenido dañino y garantizar la privacidad. Sin una recopilación uniforme de datos y criterios claros, abordar este problema global será un desafío.
Alternativas seguras: tecnología responsable para niños
Para quienes buscan una opción segura para sus hijos, un reloj con GPS y llamadas ofrece una alternativa al móvil, ayudando a padres y educadores a mantenerse conectados sin exponer a los menores a los riesgos del mundo digital. Este tipo de dispositivos permite garantizar la comunicación en situaciones de emergencia, sin acceso a redes sociales o aplicaciones que puedan suponer un peligro.
Conclusión: actuar ahora para evitar un futuro sombrío
La inteligencia artificial está revolucionando el mundo, pero también abre la puerta a riesgos que pueden marcar negativamente a una generación entera. Tal como ocurrió con las redes sociales, ignorar las señales de alerta sería un error costoso. El futuro de nuestros hijos depende de las decisiones que tomemos hoy. Solo con educación digital, regulación efectiva y supervisión activa podemos garantizar que la IA sea una herramienta que construya, y no destruya, el bienestar de los más jóvenes. Para quienes quieran ir un paso más allá, explorar alternativas seguras como los relojes inteligentes con GPS es un primer paso hacia un uso más responsable de la tecnología. El momento de actuar es ahora, antes de que sea demasiado tarde.