Según una noticia publicada por Lauraine Langreo en Education Week, una reciente encuesta del Centro de Investigación EdWeek revela que el 60 % de los educadores consideran que sus distritos escolares no han proporcionado directrices claras sobre el uso de herramientas de inteligencia artificial (IA), tanto para docentes como para estudiantes. Esta falta de claridad está limitando la experimentación con estas tecnologías emergentes y generando confusión sobre cómo manejar posibles usos indebidos en las aulas.
La encuesta, realizada en diciembre de 2024 a 990 profesores, directores y administradores, pone de manifiesto una desconexión en la comunicación y en la implementación de políticas relacionadas con herramientas como ChatGPT, Google Gemini, Microsoft Copilot o Khanmigo.
¿Por qué las escuelas no establecen políticas claras sobre IA?
Según Pat Yongpradit, director académico de Code.org y líder de la iniciativa TeachAI, el problema radica en la novedad de esta tecnología. “No es necesariamente una falta de voluntad. Si se les diera tiempo, recursos y formación, los distritos avanzarían”, explicó.
Sin embargo, algunos profesionales temen establecer normativas que luego deban revisarse, como señaló un asesor tecnológico de secundaria en Virginia: “El miedo a cometer errores está frenando el progreso, dejando tanto a docentes como a estudiantes en una zona gris”. Esto pone de manifiesto la necesidad de políticas que equilibren la innovación con la ética y la integridad académica.
El impacto en las aulas
Ruby Mejico, directora de la escuela Badger Springs Middle School en Moreno Valley, California, mencionó que, aunque su distrito aún no tiene políticas formales, no se desanima a los docentes experimentar con IA. “Estamos en camino de tener una política completa, pero la IA no es una prioridad inmediata porque los profesores tienen otras preocupaciones más urgentes”, comentó.
A pesar de estas dificultades, expertos como Yongpradit aseguran que, con el tiempo, más distritos adoptarán políticas claras a medida que comprendan mejor la tecnología y sus implicaciones.
El futuro de la IA en la educación
Desde el lanzamiento de ChatGPT en 2022, las herramientas de IA generativa han ganado popularidad gracias a su capacidad para realizar tareas conversacionales complejas. Sin embargo, persisten preocupaciones sobre su tendencia a fabricar respuestas y su impacto en las habilidades cognitivas de los estudiantes.
El reto para los distritos y las agencias educativas es aprovechar esta tecnología de manera ética y efectiva. Esto requerirá aprendizaje organizacional, formación y exploración previa antes de establecer normativas definitivas.
“Es un proceso natural que llevará tiempo”, concluye Yongpradit, resaltando que la clave está en adoptar un enfoque equilibrado que permita a la IA ser una herramienta de apoyo en lugar de un desafío.
Conclusión
La falta de políticas claras sobre el uso de la inteligencia artificial en las escuelas refleja la velocidad con la que esta tecnología ha irrumpido en el ámbito educativo, dejando a los distritos y educadores en un terreno incierto. Aunque la IA tiene un enorme potencial para transformar la enseñanza y el aprendizaje, su implementación requiere un enfoque estratégico que priorice la formación de docentes, la alfabetización digital de los estudiantes y el desarrollo de normativas éticas y funcionales. Superar esta brecha es clave para aprovechar los beneficios de la IA mientras se mitigan sus riesgos en el entorno educativo.