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¿Por qué algunos colegios de Vitoria están volviendo a los libros y reduciendo las pantallas en clase?

Durante años, las pantallas se convirtieron en las protagonistas de muchas aulas en Vitoria-Gasteiz. Ordenadores portátiles, libros digitales y ejercicios online se normalizaron como herramientas educativas. Sin embargo, diversos colegios de la ciudad están ahora dando un paso atrás para analizar con mayor cuidado los efectos de esta digitalización masiva en el aprendizaje de los alumnos. Así lo recoge Erika Álvarez en el periódico Gasteizhoy, en un reportaje donde varios centros explican su decisión de volver a métodos más tradicionales.

Digitalización con sentido pedagógico

Centros como Urkide han decidido retomar los libros en papel tras constatar que mejoran la comprensión lectora, facilitan la concentración y permiten una mejor interacción con los contenidos. “Lo leen mejor, lo entienden mejor y lo subrayan mejor”, explica Aitor Pérez de San Román, director del colegio.

No se trata de renunciar a lo digital, sino de integrarlo de forma consciente. En Urkide y otros centros como Unamuno, se sigue utilizando Google Classroom, mecanografía o robótica, pero siempre bajo una evaluación pedagógica continua que garantice su valor educativo real.

Escuelas que apuestan por menos pantallas

En algunos colegios, el cambio ha sido aún más drástico. Aiurri Montessori, en Júndiz, ha optado por no utilizar pantallas en Infantil y Primaria, priorizando el juego libre, la creatividad y la calma. Geroa Waldorf Eskola, único centro Waldorf de Euskadi, mantiene la tecnología fuera de sus aulas hasta Secundaria, defendiendo que los niños deben desenvolverse primero en el mundo real antes de introducirse en el mundo digital.

Normas claras con los móviles y uso responsable

Todos los centros entrevistados coinciden: los teléfonos móviles no tienen cabida en el entorno escolar. Urkide, por ejemplo, prohíbe su uso y participa en la iniciativa RESET eskola, que promueve un uso responsable de la tecnología tanto en clase como en casa. En el caso de Unamuno, los móviles también están vetados, permitiéndose únicamente con autorización expresa del profesorado. Mientras tanto, en Abendaño Ikastola, son las familias quienes han impulsado acuerdos para retrasar la entrega del primer dispositivo y fomentar un uso más consciente durante la Primaria. Este centro se ha sumado además al movimiento AltxaBurua, que ya agrupa a 27 centros en Álava.

Conclusión: tecnología sí, pero al servicio del aprendizaje

La tendencia en Vitoria-Gasteiz es clara: no se trata de rechazar la tecnología, sino de recuperarla como herramienta pedagógica útil, sin convertirla en un fin en sí misma. Cada vez más colegios apuestan por un modelo equilibrado, donde el uso de pantallas se limite y se acompañe de reflexión pedagógica, aprendizaje manual y sentido común. El objetivo común: que la tecnología esté siempre al servicio del aprendizaje y el bienestar del alumnado, y no al revés.