Cuando tu hijo/a se muestra posesivo/a con sus amigos/as, es importante que le ayudes a comprender que las amistades son una fuente de enriquecimiento y no de competencia. A continuación, te ofrezco algunos consejos prácticos y efectivos que puedes implementar de inmediato para mejorar su actitud y comprensión sobre las relaciones sociales.
1. Introduce el concepto de “círculos de amigos”
En lugar de hablar de “amistades exclusivas”, puedes enseñar a tu hijo/a el concepto de círculos de amigos. Es decir, que los amigos pueden formar un “círculo”, y cada uno es una parte importante de este, pero no es necesario que todo el círculo esté compuesto siempre por la misma gente.
Este enfoque ayuda a que tu hijo/a vea las relaciones como algo flexible y dinámico, lo que le permite entender que no se trata de competir por la atención de sus amigos/as, sino de disfrutar de la diversidad de relaciones.
2. Fomenta la empatía con frases sencillas
Ayuda a tu hijo/a a desarrollar empatía hacia sus amigos y amigas enseñándole frases que promuevan la cooperación. Puedes practicar con él expresiones como “Podemos jugar todos juntos” o “Es divertido jugar en grupo”. Estas frases no solo le ayudarán a adaptarse mejor en situaciones sociales, sino que también fortalecerán su capacidad para compartir y disfrutar de diferentes relaciones.
3. Establece normas claras sobre el respeto mutuo
Es importante enseñar a tu hijo/a a respetar los límites de los demás. Esto incluye comprender que sus amigos/as también tienen derecho a jugar con otros/as niños/as sin que esto sea un problema. Refuerza la idea de que el respeto mutuo es fundamental en cualquier relación y que, si bien los/as amigos/as deben cuidarse entre sí, también deben dejar espacio para disfrutar de otras amistades.
4. Crea una “tabla de emociones” para gestionar los celos
Si los celos y la posesividad son recurrentes, una forma divertida de abordar el tema es crear una tabla de emociones donde tu hijo/a pueda visualizar y nombrar cómo se siente en diferentes situaciones. Si siente celos porque su amigo/a está jugando con otro niño o niña, puede colorear en la tabla con un color que represente celos, y después hablar sobre cómo superar esa emoción.
Puedes hacerle preguntas como: “Hoy, cuando viste que tu amigo jugaba con otro niño, ¿cómo te sentiste? Vamos a poner ese sentimiento en la tabla para poder entenderlo. Ahora, ¿cómo podemos transformar ese sentimiento en algo positivo?”
Este enfoque no solo es eficaz para que tu hijo/a reconozca y exprese sus emociones, sino que también le da herramientas para gestionar sus sentimientos de forma más saludable.
5. Refuerza su autoestima para que se sienta seguro con sus amistades
Si el comportamiento posesivo de tu hijo/a está relacionado con inseguridad o falta de confianza en sí mismo/a, es fundamental que como padres dediquemos tiempo a reforzar su autoestima. Ayúdalo/a a comprender que ser valioso/a no depende de la cantidad de amigos o de ser el/la único/a en la vida de alguien, sino de las cualidades que lo hacen especial.
Puedes decirle frases como: “Eres una persona única y especial, y eso es lo que hace que los demás quieran estar cerca de ti. Puedes tener muchos amigos, y todos te aprecian por lo que eres.”
Al centrarte en su valor personal y en la seguridad que le transmites, tu hijo/a desarrollará una mayor confianza en sí mismo, lo que le permitirá gestionar sus relaciones de manera más equilibrada y sin sentirse amenazado por la presencia de otros niños.
Conclusión
Cuando tu hijo/a muestra comportamientos posesivos con sus amigos/as, es esencial enseñarle que las amistades son para enriquecer, no para competir. A través de enfoques como los “círculos de amigos”, fomentar la empatía y enseñar normas de respeto, le ayudas a comprender que las relaciones pueden ser diversas y positivas. Además, al reforzar su autoestima y ofrecer herramientas para gestionar emociones como los celos, le proporcionas la seguridad necesaria para que se sienta cómodo en sus interacciones sociales. De este modo, no solo mejorará sus relaciones con los demás, sino también su bienestar emocional.